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Un vídeo muestra la desesperación de dos alemanes capturados en Irak

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El Ministerio de Asuntos Exteriores alemán ha recibido un nuevo vídeo que «podría» estar relacionado con el secuestro en Irak de los ingenieros René Braeunlich y Thomas Nitschke, según informó ayer un portavoz de ese departamento. Pero la fuente no ofreció detalles sobre el contenido de la cinta, que está siendo analizada por el gabinete de crisis creado por el Gobierno germano tras conocerse la noticia de la captura, el pasado 24 de enero.

Según la edición 'on-line' del semanario 'Der Spiegel', en el vídeo aparecen unas personas «cuya identidad hay que confirmar» con los familiares de los secuestrados. Una de ellas, con gran parecido a Nitschke, ruega en perfecto alemán por una solución: «Llevamos capturados 60 días. Estamos al límite de nuestros nervios. Ya no aguantamos más. Por favor, ayuda».

Braeunlich, de 32 años, y Nitschke, de 28, fueron raptados por un grupo de hombres armados en Irak, sin que hasta el momento haya sido posible obtener su liberación y entablar, según la versión oficial, contacto directo con los terroristas que los tienen retenidos. El último vídeo que daba prueba de que los dos ingenieros seguían con vida fue obtenido a principios de febrero.

Mientras, el país del Golfo continúa siendo blanco de los terroristas para extender el horror. Seis bombas hicieron ayer explosión en Bagdad y en varias localidades del centro de Irak. Los artefactos fueron colocados en carreteras y en un microbús y dejaron siete muertos, mientras soldados estadounidenses acabaron con la vida de ocho presuntos insurgentes en una ofensiva al norte de la capital.

Nueva jornada violenta

La nueva jornada de violencia tuvo lugar cuando se cumplen tres años de la caída de Bagdad a manos de los militares extranjeros, en un día calificado por las fuerzas ocupantes como 'Día de la Libertad'. Las medidas de seguridad se intensificaron en previsión de mayores ataques.

El 9 de abril de 2003, una multitud de iraquíes gritaba de júbilo mientras los infantes de la marina estadounidense derribaban la estatua de Sadam Hussein en la Plaza Firdous, marcando el colapso del régimen.

Pero tres años después de aquella imagen, la esperanza se ha disipado y se ha tornado en pesimismo al comprobar cómo el país, lejos de democratizarse, se asoma al precipicio de la guerra civil.