FIRME. Julián Álvarez, ayer en Málaga donde insistió en su ruptura con el PSOE. / EFE
ANDALUCÍA

La Junta da por zanjada la polémica con el PA sobre los documentos del Estatuto

Los socialistas, que continúan abogando por un consenso a cuatro, consideran intransigente la postura del PA sobre la definición de Andalucía como nación Julián Álvarez, sin embargo, anuncia que sólo se reunirá con Chaves si rectifica

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El proceso de reforma del Estatuto de Autonomía se desarrolla en dos frentes bien distintos. Uno lo domina el cruce de declaraciones y un lenguaje áspero que nace en ruedas de prensa en las que priman las estrategias de partido. El otro, mucho más sosegado, tiene lugar en el Hospital de las Cinco Llagas -sede del Parlamento de Andalucía- donde ayer por la tarde volvieron a producirse encuentros bilaterales, en este caso entre representantes del PSOE -por partida doble- y del PP e IU en busca de un acercamiento de posiciones que permita reducir las más de 800 enmiendas presentadas a la proposición de Ley sobre la reforma de la máxima norma andaluza.

El tono de los representantes políticos a la hora de hacer declaraciones a los medios de comunicación hace presagiar una ruptura definitiva, pero todas las formaciones se juegan mucho -incluso desde un punto de vista histórico- en este proceso.

La polémica más enconada del momento la protagonizan el PSOE y por el PA a causa de la filtración de un documento oficial de la formación andalucista en la que reconoce que podría aceptar el término «identidad nacional» en el preámbulo y, de esta forma, desbloquear su hasta hora inamovible postura sobre la necesidad de incluir en el articulado la definición de Andalucía como una nación para, de esta forma, equiparase a Cataluña.

Secreto de negociación

Julián Álvarez acusa a Manuel Chaves de romper el secreto de la negociación y dice sentirse traicionado. Desde el Gobierno andaluz se quiere pasar página de forma definitiva. Sin valorar el hecho en sí de la filtración -que en todo caso se achacaría al PSOE y nunca a la Junta-, lo cierto es que ha molestado mucho que Álvarez se hubiera comprometido con el presidente Chaves a pactar otra opción que no fuese la de nación -inconcebible para socialistas y populares- y, días más tarde, romper ese pacto en el Parlamento con un discurso muy beligerante contra el máximo responsable del Gobierno andaluz.

Enrique Cervera, portavoz del Ejecutivo de Manuel Chaves, dio ayer por zanjada esta polémica y situó la supuesta ruptura de relaciones entre el PA y el PSOE en un ámbito de formaciones políticas y, en cualquier caso, ajeno a las instituciones.

Aportar soluciones, y no problemas. Esta es la máxima que la Junta quiere ejecutar en lo que reste de reforma estatutaria y recordó que, en cualquier caso, lo más importante y decisivo del Estatuto no es la definición de Andalucía, asunto que la mayoría de los andaluces considera intrascendente, según los últimos sondeos y encuestas, sino alcanzar el máximo techo competencial dentro de la Constitución.

Apuesta por el consenso

La apuesta, por lo tanto, continúa siendo por el acuerdo general de todas los partidos. «Es verdad que no podemos imponer el consenso por decreto, por lo que si algún grupo desea salirse del consenso, lo hace desde su libertad y responsabilidad», apostilló Cervera. En cualquier caso, considera intransigente la postura del PA con respecto a la cuestión de nación y recuerda que los andalucistas, con cinco diputados, no pueden pretender imponer su criterio al resto de la Cámara. Álvarez quiere mantener viva la llama de esta controversia. Aunque admite que documentos entregó muchos al presidente con varias fórmulas, insiste en que nunca han renunciado al término nación y que ha pecado de ingenuo al pensar que el presidente de la Junta jamás iba a violar una conversación privada.

Por ello, reclama al mandatario andaluz que le pida disculpas o rectifique. Si este hecho no se produce, los andalucistas dejan claro que no volverán a negociar y recomienda, asimismo, al resto de líderes que opten por utilizar la misma táctica que el PA y planten a Chaves.