ESPAÑA

Las cartas de ERC para exigir el pago de una cuota abren otra crisis en el tripartito

Artur Mas califica de «extorsión» las peticiones de los republicanos

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Los enfrentamientos dialécticos entre Esquerra Republicana y sus dos socios de gobierno, el PSC e Iniciativa, y CiU sobre el supuesto envío de cartas de los republicanos a empleados de la Generalitat para reclamar el pago de cuotas bajo amenaza de despido subieron ayer de tono. Mientras socialistas, nacionalistas y ecosocialistas pidieron explicaciones a ERC por estas prácticas, los dirigentes independentistas negaron la existencia de irregularidades y hasta dijeron sentirse honrados por el pago obligatorio de cuotas de sus cargos públicos.

El portavoz parlamentario del PSC, Miquel Iceta, consideró que Esquerra «debe dar una explicación a los ciudadanos».

Mucho más duro con ERC fue el líder de CiU, Artur Mas, quien acusó al partido republicano de «intentar controlar y patrimonializar la Administración pública» catalana y de haber cometido «irregularidades flagrantes que son demostrables». Denunció el «sectarismo y afán de control» de ERC, y no dudó en calificar de «extorsión» las supuestas irregularidades denunciadas, una acusación que fue descartada por el PSC.

Iniciativa per Catalunya, a través de su presidente y vicepresidente, Joan Saura y Jordi Guillot, también pidieron explicaciones y reprocharon a su socio haber tenido una «reacción inmadura».

ERC reaccionó con la vieja táctica de que la mejor defensa es un ataque. Su secretario general, Joan Puigercós, acusó a Saura de ser un «irresponsable», y recordó que hay cuatro personas de su familia que acumulan cargos públicos. El consejero Josep Huguet manifestó incluso sentirse «muy honrado» de pagar lo que «algunos llaman cuota revolucionaria de ERC».

Por otra parte, el presidente de ERC, Carod-Rovira, abandonó el hospital en el que ingresó el pasado viernes a causa de un síndrome coronario agudo. El líder republicano deberá guardar reposo hasta después de Semana Santa.