Ginés García Millán y Lilián Caro son un 'Matrimonio con hijos' a la española

Ginés García Millán y Lilián Caro protagonizan la versión española de Matrimonio con hijos, corrosiva comedia norteamericana que llegó a nuestro país vía La 2 y que estará «próximamente» en las pantallas de Cuatro. En lugar de los Bundy -una familia de mezquinos que, a pesar de todo, caen bien-, Cuatro apuesta por los Camacho, imperfecta y nada modélica familia de la que en este momento Ricardo Álvarez Zolla está grabando sus aventuras y desventuras.

Producida por Sony, esta nueva propuesta de ficción de periodicidad semanal persigue ser la adaptación nacional de una de las comedias estadounidenses de mayor éxito de crítica y público. Desde sus comienzos, Married with Children sacó plaza en las listas de los diez programas más vistos de Estados Unidos, consiguiendo audiencias de hasta 29 millones de espectadores.

El propósito de sus creadores, Ron Leavitt y Michael G. Moye, era ofrecer al público, acostumbrado a las series políticamente correctas, una visión atípica de una familia singular con comportamientos marcados por la desconsideración e impertinencia, siempre con un humor ácido como telón de fondo. Mantener esta premisa es el objetivo de Ginés García Millán, Lilián Caro, Elena de Frutos y Daniel Retuerta, los Camacho, una familia de clase media que vive en un adosado del extrarradio de una gran ciudad.

Fran (Ginés García) y Lola (Lilián Caro) se conocieron en el instituto y, desde entonces, ninguno de los dos ha cambiado demasiado. Ambos sienten que la vida les ha estafado. Él piensa que ella está chiflada, ella piensa que él es una rata. Tienen dos hijos: Belén (Elena de Frutos), un poco ligera de cascos, y Kiko (Daniel Retuerta), un chico muy precoz.

Los vecinos de los Camacho son Pati de López (Roser Pujol) y su marido, Pelayo (Alberto Lozano). Los dos trabajan en una caja de ahorros y son completamente opuestos a sus amigos. Aparentemente, los Camacho no se soportan, pero sus comentarios hirientes, su alegría desmedida cada vez que el otro fracasa y su continuas zancadillas no significan nada ante los fuertes lazos que unen a esta familia. Ahí va una definición: «Los Camacho somos perdedores, pero no tiramos la toalla».

No comen verduras, ni soja, ni bios, ni saben lo que es un wok. Lo que realmente les gusta y lo que mejor se adapta a su estilo de vida es la comida basura. Los Camacho, en palabras de sus creadores, son «una familia políticamente incorrecta».