El pívot del Real Madrid, Felipe Reyes presiona al ala-pívot argentino del Tau Cerámica, Luis Scola. /EFE
COPA del rey

El Tau de Perasovic aplasta al Real Madrid y luchará por recuperar la Copa

En la primera semifinal el Pamesa Valencia ha ganado al Unicaja Málaga por 87-74

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75 - Real Madrid (15+21+16+23): Sonko (-), Rakocevic (13), Tomas (5), Hamilton (12), Reyes (7) -cinco inicial-, Hervelle (4), Bullock (13), Gelabale (4), Fisher (8) y Hernández-Sonseca (8).

87 - Tau Vitoria (19+27+23+18): Prigioni (5), Hansen (12), Jacobsen (2), Scola (20), Splitter (6) -cinco inicial-, David (15), Erdogan (22), Vidal (-) y Ukic (5).

El Tau Cerámica se ha vengado hoy de la final de ACB perdida en el último segundo ante el Real Madrid y lo ha hecho con un juego avallasador que ha terminado con una victoria ante los anfitriones por 87-75. El entrenador baskonista, el croata Velimir Perasovic, alcanza su primera final de Copa pero para reeditar el título de hace dos años deberá superar a un crecido Pamesa.

Los dos actores de la última final de la Liga ACB disputaron una eliminatoria de gran lucha física, un terreno donde los vascos aventajan esta temporada a los madridistas, pero el Tau, al margen de la pelea muscular, se impuso en todas las demás facetas del juego. El hispano-argentino Luis Scola debía todavía debía guardar en la memoria el varapalo sufrido en quinto partido por el título liguero. Es un jugador cuya habitual intensidad física crece delante de las camisetas blancas.

El internacional albiceleste salió arrollador. A los ocho minutos ya había anotado diez de los quince puntos del Tau y campaba a sus anchas por la pintura (7-15). Pablo Prigioni, compatriota del pívot con pasaporte italiano, puso los otros cinco puntos en la cuenta vitoriana. El ataque baskonista pasó por ellos dos. El madrileño por donde podía entre arrancadas individuales del serbio Igor Rakocevic y del estadounidense Louis Bullock durante el primer cuarto.

El Tau mantuvo la eficacia interior con el húngaro Kornell David, que siguió la estela de Scola. Buscaba la zona del campo donde peor lo pasa el Madrid. Y eso no era todo. Aún guardaba otra perla para los blancos: Erdogan. El turco cambió la dinámica del Tau y trasladó al perímetro el látigo que fustigaba al Madrid. En dos minutos, entre el quince y el diecisiete, clavó diez puntos consecutivos desde el exterior (de 28-32 a 28-42). Con la batalla del rebote perdida, en inferioridad de condiciones ante los recursos ofensivos baskonistas y falto de ideas, el Madrid cedió una diferencia de diez puntos en medio partido (36-46).

Sólo eran dos puntos más que la brecha abierta por el Barcelona en cuartos de final. Al Barcelona no le sirvió. Al Tau sí. Los barcelonistas capitularon frente a una zona en el segundo tiempo. Los hombres del croata Velimir Perasovic pasaron por encima de todo lo que el Madrid les puso por delante. Scola y David sacaron de la pintura a los pivots blancos. Erdogan engordó aún más su estadística. Prigioni maniobró con sobriedad ante todos los defensores que le asignaron y el Madrid quedó a merced del conjunto vitoriano, roto y enterrado bajo diecisiete puntos de diferencia al final del tercer cuarto (52-69).

Sin Felipe Reyes, eliminado por personales (m.29), y sin Rakocevic, también desbancado por las faltas (m.33), los blancos confiaron todo a la épica, a Eduardo Hernández por dentro y a Josh Fisher por fuera. Y los dos cumplieron con creces. Hasta el punto de reabrir las opciones madridistas (66-75 m.35). Un rayo de esperanza para los anfitriones, que habían tenido encima una losa de diecinueve tantos (45-64 m.27). El Tau lo oscureció sin mayores contemplaciones (66-82 m.37). Había sido mejor todo el choque y también lo fue para rematarlo. Velimir Perasovic ya ha llegado a su primera final al frente del banquillo vasco.