El Reina Sofía rescata los fondos de su colección

El Museo Reina Sofía ha rescatado de los fondos de su colección permanente casi un centenar de obras de cuarenta artistas, mu-chas de las cuales no habían sido expuestas desde que se adquirieron, agrupadas en La visión impura, que ejemplifica el panorama multidisciplinar actual.

Se trata de un conjunto de obras que, en su mayoría, han sido creadas después de 1980 y que se enmarca «en el objetivo del Plan Museológico de estudiar los fondos de la colección permanente», según explicaba ayer la directora del centro, Ana Martínez de Aguilar, en la presentación de una ex-posición cuya duración es singular, pues se podrá visitar durante casi seis meses, hasta el 11 de septiembre. La entrada a la primera parte de la exposición, en la Sala I de la ampliación, la preside un obelisco luminoso de Antoni Muntadas, titulado Monumento genérico (1987-88) y en cuyas caras está fotografiada en blanco y negro una torre de alta tensión. La comisaria de la muestra, Aurora Fernández Polanco, seleccionó las obras que le «saltaron a la vista» cuando buscaba en el catálogo del Reina Sofía y las ha articulado en cinco ámbitos temáticos, en los que el espectador se ve obligado a usar «modos de mirar plurales».

Esta sala precede a la exhibición de «piezas metafóricas» como Las tumbas (1999) de Christian Boltanski; las piezas de vidrio soplado de Como el silencio de una gran orquesta, de Eva Lootz; la araña de Louise Bourgeois de casi 2,5 metros de alto; las cinco figuras solitarias que componen Plaza (Madrid), de Juan Muñoz; y las tres jaulas de hierro esmaltado, cuyas barras se prolongan hasta el suelo, de Pepe Espaliú.