Tensión y nervios en la primera noche decisiva

Nervios. Tensión. Inquietud. Impaciencia. Esos sentimientos eran los que encogían anoche el corazón de muchos representantes de agrupaciones presentes en la Plaza Fragela, frente al Gran Teatro Falla.

Muchos ya sabían que estaban en la siguiente fase, claro, pero otros, los más modestos, no, por lo que no veían la hora de oír por fin aquello de En la ciudad de Cádiz... en boca del secretario del jurado. De esta forma, radios en mano oyeron las últimas coplas de la fase preliminar, esperando con ansia que se anunciara la comparecencia de los miembros del jurado para leer su veredicto.

Tras el fallo del jurado, alegría en unos, decepción en otros. Unos lo consideraban justo, otros realmente un fallo.

Los que se enfrentan desde mañana mismo a otros dos pases en el concurso ya se encuentran repasando sus repertorios. Los que no, ya saben que es la calle la que dicta realmente sentencia y se preparan para regalar sus repertorios en las esquinas y tablaos durante la semana de fiesta en la capital.

Muy fría y con poco público comenzó la noche de ayer, al coincidir con el partido del Cádiz en Carranza. El estadio y los bares estaban repletos de gente que llegó más tarde de lo habitual a su localidad en el teatro. La pena fue que no llegaron tan tarde como habían previsto, porque muchos enfilaron el camino del Falla cuando al marcador subió el 0-2 favorable al Sevilla. Eso sí, los que presenciaron la actuación de La tropa del parque disfrutaron del repertorio como enanos oyendo a los duendecillos que componían el coro.

Goleando coplas

Fútbol y Carnaval. Carnaval y fútbol. Dos de las grandes pasiones del gaditano unidas por un día. Juntas y revueltas. Muchos fueron los que ayer llegaron al coliseo del Carnaval directamente desde el estadio de Carranza. Otros, los que eligieron no perderse el inicio de la función, preguntaban por los pasillos cómo iba el partido, si es que no se colocaban los cascos entre cada interpretación del coro. Lamentablemente, en el fútbol no fue un buen día para el Cádiz y no se pudo cantar ningún gol. Pero el lado positivo es que sí que se vivió una gran noche carnavalesca en el teatro, donde se pudieron oír las últimas coplas de la fase preliminar.

La espartería isleña finalizaba su popurrí. Caía el telón. Se acercaba la hora. Los nervios crecían para los que sabían que su pase a semifinales estaba en la cuerda floja. Algunos pudieron irse de fiesta para celebrar su éxito, otros no tuvieron tanta suerte. Pero todos merecen un aplauso. Se lo daremos en la calle.