Jerez

El desacuerdo con la empresa de aguas impide la conexión de La Guareña a la red

Las tuberías y las alcantarillas fueron colocadas hace más de un año Sus 400 vecinos esperan regularizarse con la desafectación de cañadas

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Justo en la entrada de La Guareña, un cartel de Aguas de Jerez, la empresa municipal de abastecimiento y saneamiento, anuncia la inversión de 1,7 millones de euros, el 80% procedente de la Unión Europea, para el «Abastecimiento y el Saneamiento de los núcleos rurales de Jerez de la Frontera».

La obra fue ejecutada puntualmente. Tuberías de abastecimiento, conducciones de alcantarillado, una depuradora e incluso una bomba para impulsar las aguas fecales. Ninguna de estas conducciones ha entrado en servicio.

«Tenemos millones enterrados debajo de nuestra calle para nada», afirma el delegado de Alcaldía de esta barriada rural de Jerez, José Benito, cuyas 187 construcciones carecen de papeles.

El desacuerdo entre la empresa de aguas y los vecinos ha impedido la conexión de las viviendas a la red, porque algunos vecinos quieren una acometida para parcelas con huertos y animales. Ajemsa afirma por su parte que sólo dará servicio a las viviendas.

Hace dos décadas, los 400 habitantes de La Guareña, 180 según el Consistorio, decidieron construir una red artesanal de agua con gomas conectadas a cuatro fuentes públicas, que se surten del ramal de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir que abastece a la pedanía arcense de Jédula desde la cercana estación de Cuartillos. Ajemsa se encarga a su vez de cobrar el agua a la asociación de vecinos según la lectura de un contador general.

Conexión de parcelas

El problema estriba en que no sólo las viviendas se conectaron a esta arcaica red, sino que algunos parcelistas aprovecharon la coyuntura para regar pequeños huertos o dar agua a animales de granja.

«Tras veinte años, no es justo que ellos se queden sin agua», recalca Benito, que afirma que «desean llegar a un entendimiento».

«Pusimos contadores individuales por nuestra cuenta para cobrar a cada vecino lo suyo», narra el delegado de Alcaldía. «Lo mejor sería que se le diera el enganche a todos los vecinos con contadores», destaca Benito.

A este dilema administrativo se une la deuda de 90.000 euros que acumula la asociación de vecinos con la empresa de aguas a causa de las pérdidas que tiene el primitivo sistema de gomas.

«Nunca coincide la suma de cada vecino gasto con los contadores de las fuentes», manifesta el delegado de Alcaldía, que confiesa que desde hace más de una década sólo consume agua embotellada. «El agua que tenemos ahora es de la red en alta y no está totalmente depurada», subraya.