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Rocío Jurado ingresa en la UCI al agravarse su salud tras una operación

Una infección por una bacteria tras la intervención que le hicieron días atrás en Houston ha empeorado el estado de la chipionera, que se encuentra intubada

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La salud de Rocío Jurado es más que preocupante. Aunque la familia no ha querido hacer ningún comunicado ayer los hermanos de la artistas, Amador y Gloria Mohedano, salieron de viaje rumbo a Houston tras las últimas noticias recibidas desde la clínica Anderson.

Según fuentes muy cercanas, Rocío Jurado se encuentra ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos, donde permanece intubada a raíz de la infección que tiene por una bacteria y que surgió tras la intervención que le realizaron días atrás en ese centro médico con el fin de arreglar una vena que estaba obstruida en la zona del abdomen. Como se publicó en su día, la cantante viajó hasta esa ciudad texana tras las fuertes molestias que padecía desde la pasada Navidad agravada con fuertes diarreas que la dejaban totalmente sin fuerzas.

Aunque en un primer momento la familia, en concreto su hermano y representante Amador, intentó restar importancia al asunto, se entiende que con la intención de tranquilizar a todos y seguramente a su propia hermana, lo cierto es que aquella operación que duró más de una hora y media no fue una simple «prueba» ni estaba programada desde antes. El doctor Thomas Brown, que es quien trata a la artista de su cáncer de páncreas, realizó una delicadísima operación con idea de acabar con esos dolores que se producían por una serie de retenciones de líquidos.

Apenas dos días después de ese ingreso, Rocío Jurado, siempre en compañía de su esposo José Ortega Cano, su cuñada Rosa Benito y su fiel amiga Lourdes, apareció ante los reporteros que se encuentran desde el primer día en los alrededores de la clínica de lo más relajada mientras se disponía a pasar un día en el campo en la finca de un amigo ganadero de Texas. Ese día la Jurado estuvo muy animada y cuentan que hasta bailó unas sevillanas y comió la paella que había preparado su cuñada.

Pero fue un día más tarde cuando volvía a ingresar en la clínica. Sus familiares insistieron en que se trataba de más pruebas y por decisión propia Rocío había pedido quedarse internada para evitar que la fotografiaran cada vez que salía a la calle. Es más, el doctor Brown en conversaciones telefónicas con Madrid tranquilizaba en los primeros momentos de angustia a sus parientes.

Pero si el lunes fue su hija Rocío Carrasco quien regresaba junto a su madre en clara prueba de que las cosas no iban tan bien como se decía, ayer fueron sus dos hermanos, Amador y Gloria Mohedano, los que cogieron el avión y ya están junto a la más grande, que lucha de nuevo frente a una enfermedad que ahora se ha complicado con esta infección. Lógicamente las fuerzas y las defensas de la chipionera son escasas tras haber adelgazado más de quince kilos y el tratamiento de quimioterapia al que se ha sometido. En su estado es fácil imaginar lo perjudicial que puede resultar una infección bacteriana que puede haber surgido del mismo quirófano o de lo débil que está la artista. La preocupación por cómo evolucione en las próximas horas es total.

Guerra al cáncer

Fue la propia artista quien en una emotiva rueda de prensa celebrada en el jardín de su casa de Madrid el 17 de septiembre de 2004 anunció ante los medios de comunicación que tenía un cáncer de páncreas. Semanas antes, el 30 de julio, fue sometida a una operación de más de diez horas en el hospital Montepríncipe a cargo del doctor Emilio de Vicente y todo su equipo. Desde entonces no ha cesado en la batalla. Ahora se enfrenta a uno de los momentos más delicados y graves de esta guerra abierta que mantiene con el cáncer y que hasta la fecha ha podido ganar en cada nueva entrega. Ojalá que pueda salir nuevamente victoriosa.

Mientras toda su familia permanece a su lado, en Madrid están sus otros dos hijos, Gloria Camila y José Fernando, que, como niños que son, siguen con su vida diaria ajenos seguramente a la angustia por la que están pasando sus padres. Los pequeños hablan a diario con su padre, a quien estos días se ha visto por los alrededores de la clínica con gesto de preocupación. No es para menos. Como él mismo ha reconocido en más de una entrevista, éste es el peor toro al que se ha enfrentado en toda su vida.