TENSIÓN. Sanz (izqda.) se molestó con Romero por unas declaraciones de éste sobre líderes del PP. / EFE
ANDALUCÍA

El primer debate sobre el Estatuto acentúa la distancia de cara a un posible consenso

El PSOE se muestra moderadamente satisfecho con los trabajos de la ponencia parlamentaria, mientras que el PP la califica de triple fracaso La comisión estatutaria aprueba el dictamen por diez votos contra ocho

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El tono de la disputa hace presagiar que queda un sinuoso camino por recorrer para alcanzar el deseado consenso sobre la reforma del Estatuto de Andalucía. Los miembros de la Comisión de Desarrollo Estatutario protagonizaron ayer un debate agrio, marcado por alusiones más o menos afortunadas a personajes y profesiones, que precedió a la aprobación del dictamen de la ponencia por un estrecho margen: Diez votos a favor (PSOE e IU) y ocho en contra (PP y PA). El siguiente paso en la tramitación se dará hoy: inscribir el borrador elaborado por la ponencia como proposición de ley. Todo hace indicar que los grupos deberán limar asperezas antes de alcanzar el ansiado pacto a cuatro.

Los populares, en boca de su portavoz Antonio Sanz, albergan esperanzas de rubricar el acuerdo final. Eso sí, ponen como condición que el PSOE rectifique su postura durante la primera fase de tramitación que, a juicio de Sanz, ha sido un «triple fracaso» por alumbrar un pacto «excluyente»; no haber expulsado al PP de la ponencia pese a su «estrategia obsesiva» y por no haber defendido a Andalucía como es debido de las «agresiones» del Estatut.

«Payasada»

Sanz vivió su momento de mayor acaloramiento verbal tras la intervención del ponente de IU Antonio Romero. El malagueño dijo que la estrategia actual del líder del PP, Mariano Rajoy, en materia estatutaria era embestir a todo lo que se moviera. Pero lo que encrespó a Sanz fue el siguiente comentario de Romero sobre la polémica en torno al Estatut: «A la T de Teófila se le suma la T de Tejero».

El portavoz del PP reclamó que retirase de forma inmediata la alusión al general golpista. Romero matizó que Teófila se ha sumado a la T de Tejero sin voluntad de la dirigente popular. Sanz, contrariado aún más por el intento de justificación, respondió: «Lamento que algunos se empeñen en convertir esta Comisión en una simple payasada con intervenciones impresentables y de bajo nivel».

Crítico, pero mucho más comedido, se mostró Manuel Gracia, presidente de la Comisión de Desarrollo Estatutario y portavoz del PSOE en el Parlamento. Los socialistas, pese al duro trabajo realizado, no lanzan las campanas al vuelo y tildan de moderadamente satisfactorio el resultado de los trabajos de elaboración de la ponencia. Así, Gracia quiso desmontar con argumentos concretos las acusaciones sobre si este texto sólo tiene la impronta de la izquierda andaluza: El 82% del articulado cuenta con el voto del PSOE y de otra formación política. El 52% de los acuerdos lleva la firma de tres grupos políticos.

El mensaje no fue tanto de borrón y cuenta nueva, pero sí de una especie de pelillos a la mar. El PSOE quiere que PP y PA se involucren, de una manera más real y decidida, a la tarea de dotar a Andalucía de un nuevo Estatuto. Gracia puso como ejemplo de esta voluntad de consenso el hecho de que ha incluido en el anexo de la ponencia los votos particulares de andalucistas y populares, pese a no tener que hacerlo, dado que PP y PA no han firmado la ponencia.

El que más leña repartió el andalucista Ildefonso Dell' Olmo. El PA sigue subido al caballo de la comparación entre el Estatuto de Cataluña y el andaluz. El PA, que abandonó los trabajos el pasado 17 de enero, reiteró las razones de su negativa al actual borrador: No incluye el reconocimiento pleno de Andalucía como nación ni se cuantifica la deuda histórica. Tampoco se garantiza la suficiencia financiera ni se apuesta por una organización territorial por comarcas.

Hoy, en cualquier caso, es un día importante en la historia del nuevo Estatuto de Andalucía. En la foto sólo estarán PSOE e IU. Los representantes del 40% del electorado andaluz se quedan fuera. ¿Lo hacen por convencimiento o por estrategia política?