Tres siglos de vida y Carnaval
Actualizado: GuardarLos claustros de la Diputación provincial acogerán desde hoy una de las exposiciones más completas, en cuanto a antigüedades, relacionadas con el Carnaval.
La inauguración de esta muestra será hoy, a partir de las nueve de la noche, y contará con la asistencia de la vicepresidenta de la Fundación Provincial de Cultura, Irene García. En el acto de apertura estarán también presentes los coleccionistas gaditanos que han hecho posible que los ciudadanos puedan conocer, hasta el próximo 5 de marzo, un poco más los entresijos de la fiesta de febrero.
José Luis Alcázar, su esposa Mati Flores y Pepe Jiménez, han cedido las piezas que su afición a la fiesta les hace conservar como oro en paño.
La intención de esta muestra
es «que los mayores puedan recordar cómo vivieron la fiesta y que la juventud descubra cómo fue el Carnaval de sus antepasados», explica Alcázar. El inventario de las piezas que ayer se fueron colocando en diversas vitrinas o sobre paneles y paredes es tan extenso que a los propios coleccionistas les cuesta concretar un número total de unidades.
Este hecho provoca que el color invada los pasillos de la exposición, exornados para la ocasión con farolillos, máscaras, matasuegras antiguos o bolas de nieve de las que se tiraban hace décadas en la cabalgata.
Reliquias gaditanas
El cartel que da la bienvenida a quienes se adentran en la muestra recuerda a Los Beatles de Cádiz, de 1965.
La agrupación vuelve a ser protagonista en el interior, ya que fue elegida por el Ayuntamiento de la ciudad para anunciar el Carnaval un año después. Además de la cartelería pueden observarse los programas de mano que se han editado de 1957 a 2006 consecutivamente, así como algunos otros más antiguos de 1936, 1935 o 1927.
Entre las piezas más curiosas están las tarjetas de baile del teatro Falla, en las que las jóvenes escribían el nombre del chico al que elegían para bailar, así como los discos de vinilo o pizarra, de la década de los 30, pasando por los anuncios publicitarios de los bares y discográficas de la ciudad, como Casa Crespo, en Sopranis y bar El Chino, en Lubet, o Discos Sava, ubicado entonces en los Callejones de Cardoso.
