ISABEL COIXET GUIONISTA Y DIRECTORA

«Ojalá la película sirva para dignificar algo a las víctimas de la tortura»

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Isabel Coixet no es de las que toma el camino fácil, al menos eso es lo que siempre le pone en las galletas de la suerte que le dan en los restaurantes. «Y una no va a escapar al karma», declara la directora y guionista catalana minutos después de ser reconocida como la mejor cineasta de 2005 por su quinto trabajo, La vida secreta de las palabras, que también consiguió el premio de mejor película. Coixet , que ya tenía un Goya por el guión adaptado de su anterior largometraje, Mi vida sin mí, se presentó ante los periodistas con dos de los cuatro trofeos que logró La vida secreta de las palabras, el drama que rodó en inglés, en una plataforma petrolífera, con el norteamericano Tim Robbins y la canadiense Sarah Polley.

«Es una película que habla de cómo el ser humano intenta sobrevivir a pesar de vivir situaciones terribles. El pasado del personaje que hace Polley está ahí, nunca va a desaparecer, pero tiene el coraje de continuar viviendo», dice la cineasta, que se quedó con la estatuilla de mejor directora y guión original. La de mejor película fue a las manos de El Deseo, la factoría de los hermanos Almodóvar, y la de dirección de producción para Esther García.

«He contado con la ayuda de muchísima gente. Todos entendieron el guión y se situaron en la misma onda. No sé si es mi película más dolorosa, pero no creo que sea dura porque lo duro es lo que han pasado estas mujeres de los Balcanes que fueron torturadas y para las que la guerra aún no ha terminado. El filme es fruto de las muchas mujeres que entrevisté en Sarajevo, pero no es una película denuncia porque para eso hay que tener un bagaje teórico del que yo carezco. Es más, pienso que no hay nadie preparado para hablar de lo que pasa en los Balcanes, es demasiado complejo», explica la autora de este título que se proyectó, fuera de concurso, en Venecia, y abrirá el Festival de Cine de Sarajevo.

«En la Mostra hubo periodistas de allí que quisieron hablar conmigo. Yo tenía mis reparos porque a nadie le gusta que alguien de fuera aborde algo tan heavy que ha pasado en su país. Les gustó, me dijeron que retrataba a la mujer croata con mucha dignidad,» recuerda Coixet , que acaba de terminar un capítulo del filme colectivo París, j'e taime, que se verá en Cannes 2006.

Dirigir un documental en Bolivia que, producido por Javier Bardem para Médicos sin Fronteras, se ocupara de la enfermedad de chagas, es el proyecto más inmediato de la barcelonesa.

«No hago las cosas para los premios, pero me gustaría que sirviera para algo, para dignificar a la víctimas porque me choca que el ser humano que ha sobrevivido a situaciones extremas tenga un sentimiento de verguenza», dice.

Con varias propuestas de fuera, Coixet confiesa ser «muy lenta escribiendo. La elaboración de un guión es un proceso mágico porque en la escritura todo es posible. No sé, pero me cuesta mucho visualizar las historias que han escrito otros».

Única mujer nominada a mejor directora en estos Goya, no sabe cómo, donde y con quien filmará su próximo trabajo: «La patria de un director es el cine. He hecho tres películas en inglés, una en castellano y otra en catalán. No sé donde ubicaré mi próximo trabajo y tampoco con qué actores».