El refuerzo vendrá el año que viene

Julio Aurelio. Ese será el nuevo fichaje del Club de Tenis de Mesa Portuense para la próxima temporada. Y siempre que no se tuerzan las cosas en un deporte donde los traspasos internacionales son toda una aventura.

Un tenista brasileño, de tan solo 24 años y que incluso ha sido internacional con su país, donde el nivel es bastante más alto que en España. Un refuerzo de lujo que en el ranking mundial se encuentra en el puesto 450, unos números que ya avalan su contratación. Y es que, por poner un ejemplo, Jamiu Azeez, la gran estrella del club portuense, ni siquiera aparece en esta lista.

En la última plaza

Si llegara ahora, sería una grandísima incorporación para salir de la última plaza en la que se ha enquistado el CTMP. Después de la última derrota del pasado fin de semana (la décima de este curso), los gaditanos han perdido muchas opciones de permanecer en División de Honor. Por eso, su presidente José Antonio Mulero gestiona la entidad con la vista puesta en el futuro. «Ahora lo tenemos muy complicado. Con este fichaje podríamos salvarnos o no, y sería demasiado gasto si al final descendemos. Hubiéramos tenido muchos problemas económicos».

Por ello, se ha acordado con el jugador que se incorpore en septiembre. «Haríamos un equipo para intentar subir y que al siguiente año tuviéramos muchas más opciones. Tendremos que llegar en condiciones más favorables que las de este año, ya que todos los equipos poseen mayor presupuesto y dos jugadores internacionales». Si finalmente descienden, que es lo más probable, el dinero no será problema «porque las subvenciones y los patrocinadores nos apoyan. Y el gasto extraordinario que teníamos para esta campaña no lo vamos a tirar y lo dejaremos para la próxima temporada».

Avatares de un fichaje

Mulero explica lo que ha costado encontrar a la persona adecuada para que venga a reforzar al equipo. Han estado mirando tenistas desde el verano pero al final no pudieron contratar a ninguno por el alto coste. «Los representantes nos iban ofreciendo y al principio estábamos muy interesados por la zona de la antigua Yugoslavia, Rumanía y países donde el nivel económico es inferior. El problema es que le den los papeles aquí en España y eso dificulta la transacción».

En el caso de Jamiu, vino porque se le ofreció un trabajo y además ayudaría en las escuelas municipales. En División de Honor es todo más formal. Los sueldos están en torno a los 1.500 euros mensuales, y también hay que pagar el billete de viaje a su país y la vuelta y el alquiler de un domicilio en la ciudad.

Una mala temporada

Este curso no ha sido como se esperaba. El CTMP no se reforzó para afrontar la División de Honor y le ha salido caro. Actualmente se encuentra en la última posición de la tabla y no ha logrado ni una victoria. Sus más directos rivales, el Almendralejo y el Hoarce, ya han conseguido cuatro triunfos y están demasiado lejos.

«El ascenso llegó cuando tenía que llegar, no antes. Pero hemos pagado la inexperiencia», confiesa Mulero, que esperan que el año que viene vuelvan a ascender de categoría.