SAN FERNANDO

El conflicto de Gallineras y Casas Blancas frena los planes urbanísticos de la ciudad

El rechazo de los vecinos al nuevo Plan de Ordenación provoca que los socialistas retiren su apoyo al documento hasta que se llegue a un acuerdo

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El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) está listo desde hace meses para ser aprobado por el Pleno municipal. Hasta hace unos pocos meses, el principal escollo era la falta de apoyos del equipo de Gobierno andalucista para sacar adelante el documento. Un problema que se resolvió una vez que el PSOE aceptó aprobar el PGOU si se incluían una serie de condiciones.

Sin embargo, cuando todo apuntaba a que la ciudad iba a contar con un nuevo plan de desarrollo urbanístico, los vecinos de las zonas de San Onofre, Casas Blancas y Gallinera advirtieron que no estaban nada de acuerdo con el nuevo plan, que pondría en bandeja la compra del suelo de sus viviendas a promotoras privadas para la construcción de pisos. Un rechazo que ha vuelto a paralizar el futuro urbanístico de la ciudad puesto que el PSOE ha condicionado su apoyo al nuevo PGOU a la resolución del conflicto.

Han sido los propios socialistas los que han pedido que se lleven a cabo reuniones de urgencia con todas las partes implicadas. Algo que parece comenzará a hacerse la próxima semana cuando lo Federación de Vecinos Isla de León se reúna con los representantes de las asociaciones afectadas para hacer un resumen de sus exigencias.

«El barrio tiene muchas deficiencias y tienen que cambiarse muchas cosas, pero antes de hacer nada hay que llegar a un acuerdo con los vecinos que son los que viven allí», explica Antonio Romero, presidente de la federación.

El problema afecta a casi un millar de familias que habitan en las casas construidas, algunas ilegalmente, en una amplia zona que abarca desde la calle San Onofre al Puerto de Gallineras. El plan municipal es que las promotoras compren el suelo y así los afectados reciban una importante compensación económica por unas viviendas que no cumplen gran parte de las normas de seguridad y sanidad.

El problema es que los vecinos quieren saber cuánto van a cobrar por sus viviendas, sobre todo, aquellos que ocupan muchos metros de suelo (hay casas con casi 500 metros cuadrados de superficie), antes de apoyar el nuevo PGOU.

Un conflicto que mientras dure mantendrá paralizado el documento fundamental para futuro desarrollo urbanístico de San Fernando.