El arte de dibujar letras
Descubrí que una de mis sobrinas hacía lettering y decidí investigar cuál es la diferencia entre lettering, caligrafía y rotulación
Hace poco descubrí que una de mis sobrinas hacía lettering a través de su cuenta de TikTok (ya me voy manejando mejor en el mundillo de los vídeos de un minuto), que lo mismo la chiquilla me lo había contado ya, y yo con la cabeza que tengo pues no ni me acordaba. La verdad que conocía esta tendencia solo de oídas, viendo imágenes aquí o allá y recibiendo alguna muestra con mi nombre en alguno de los eventos a los que he ido, además de ver anuncios o escaparates que ofertaban packs de lettering, plantillas y rotuladores. Sin pararme mucho a pensar en ello, simplemente decía: «Es otro tipo de caligrafía o rotulación más». Algo así como la diferencia entre muffins, magdalenas y cupcakes, que parecen ser iguales, pero que son distintos y que ya averigüé en su día las diferencias en sus recetas y su presentación. Por eso, cuando mi sobrina me dijo: «tía, que no es lo mismo» con ese énfasis indignado del que sabe de un tema y está un poco hastiado de dar explicaciones. Decidí investigar, ya sabéis, como investigo yo todo, a través de webs, blogs, foros…, cuál es la diferencia entre lettering, caligrafía y rotulación y a diferencia del bacht cooking del que ya hablé en su día, sí hay diferencias entre estos conceptos.
La caligrafía, como la entendemos de toda la vida, aquella de cuadernillo Rubio y corte clásico, que se aprendía a través de la disciplina constante de repetir una y otra vez sus trazos, primero a lápiz y luego más osadamente a tinta, consiste en el arte de escribir bonito de forma manual, pudiéndose realizar con varios materiales de escritura, rotulador, lápiz, pincel…, con la única característica esencial de que se usa un único trazo de escritura. Estos trazos son precisos y de pautas muy claras dando paso a los diferentes estilos de caligrafía; gótica, inglesa, clásica, etc. Aunque hoy en día, se está reinventando una caligrafía moderna más libre y experimental y menos encorsetada, que ya esta tendencia sí que no la entiendo, porque entonces, ¿no sería la caligrafía personal de toda aquella persona que escribe?, en fin mi opinión, por supuesto.
En la caligrafía «se escribe» mientras que en el lettering o rotulación, que parece ser que para este caso son sinónimos, «se dibujan» las letras, por lo tanto no se realizan de una única vez, ni en un solo trazo, sino que se puede borrar, retocar, añadir o quitar capas o colores, se puede realizar en cualquier superficie o soporte, existe el lettering en soporte físico y en soporte digital. Existen tanto estilos de lettering, «como dibujantes de letras» haya, es libre, personal y creativo, llegan hasta donde la imaginación del artista lo quiera llevar. El lettering no se usa para escribir una información, sino para ilustrar la información, en el momento que vemos un trabajo de lettering sabemos que estamos ante una invitación de boda, un menú, una invitación de cumpleaños, etc. Nos da una información a golpe de vista, que ya matizamos leyendo el mensaje, pero que a priori podemos deducir de qué va la cosa. Esta tendencia me recuerda un poco a cuando viajé a Dublín y en un pub de los que hay por allí con solera, tenían unos carteles antiguos, del siglo pasado o del anterior, en los que se mostraban los menús dibujados y su precio, (porque la gente no sabía leer). En este caso el lettering tiene doble lectura, la del mensaje escrito en sí y la de la imagen que muestra. Por tanto, como dice mi sobrina, el lettering no es lo mismo que la caligrafía.
