El puente de las elecciones

El puente de la Constitución es un clásico en el calendario previo a las fiestas navideñas. Este año, las fechas claves, los días 6 y 8 de diciembre, han caído en domingo y martes; el pasado domingo celebramos el referéndum que, por una mayoría del 87,78% de los votantes, ratificó, en 1978, nuestra Constitución. Hoy, martes 8, celebramos la Inmaculada, festividad que en España se remonta, de manera oficial, a 1644. Así pues un largo puente de 5 días, que empezó el pasado viernes, en el que es costumbre, al margen de celebrar ambas festividades, tomar una serie de ya también clásicas elecciones a las que, esta vez, se han sumado algunas nuevas.

Entre las clásicas, elegir entre mar, montaña o quedarse en casa.

Afortunadamente, la ‘elección’ obligada de esta última opción va decreciendo progresivamente; las previsiones de ocupación hotelera, que esperemos se confirmen y se incrementen, se estimaban hace unos días en alrededor de 75% para el conjunto de la provincia, con un número de desplazamientos al alza en todo el país. Un buen índice de la paulatina recuperación de los bolsillos españoles. El destino concreto para pasar el puente es otra de las grandes decisiones; en el caso de Cádiz, con el tiempo acompañando y con la amplísima variedad de atractivos de la provincia, una elección siempre difícil. Otras elecciones van ligadas a las festividades del puente y a la cercanía de las fechas navideñas. Por ejemplo, en el primer caso, tomar la decisión de cómo celebrar la Constitución española. Es costumbre hacer una ofrenda floral al monumento que recuerda esa Carta Magna aprobada por la mayoría de los españoles para, a continuación, izar la bandera española en la Plaza de Sevilla mientras se interpreta el himno nacional.

Este año la elección ha sido la de optar por eliminar la interpretación de este último. Un himno que, por cierto, es uno de los más antiguos de Europa y cuya primera mención data de mediados del siglo XVIII; una elección, por tanto, un poco extraña.

Por estas fechas es tradicional también inaugurar el alumbrado navideño. Más elecciones y más decisiones que tomar: ubicación de los adornos, número de arcos de luz y de sus características técnicas y, sobre todo, elegir los motivos ornamentales para alumbrar la fiesta. Es cierto que sobre gustos no hay nada escrito y cada cual decidirá si le gusta o no la iluminación y la elección de los exornos.

Para esta Navidad los momentos navideños y gaditanos elegidos han sido, entre otros, los videojuegos y los icebergs llegando a las costas de Cádiz. Otra elección importante durante estos días es la de si poner belén, árbol o ambos, un adelanto a la próxima de si Reyes Magos, Papá Noel o reparto, más o menos equilibrado, entre ellos.

Por cierto, ni el árbol ni Papá Noel vienen de América; el primero procede de Alemania y se remonta a San Bonifacio y el segundo, a San Nicolás de Bari.

En esta ocasión, sin embargo, la elección ha venido acompañada de debate nacional sobre la decisión de poner o no el Belén en edificios públicos; un debate que no deja de ser curioso cuando se trata de celebrar la Navidad. Y a todas estas elecciones ya tradicionales del puente, este año se suma la reflexión sobre la que tendremos que hacer el próximo día 20.