OPINIÓN

De la poltrona al banquillo

Las comparecencias de los miembros del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Cádiz ante la Justicia se multiplican

Tanto el alcalde de Cádiz como el resto de integrantes de su equipo de Gobierno –formado por Podemos y por Ganar Cádiz– se empeñan en ‘vender’ que todo obedece a una estrategia de los partidos de la oposición –PSOE, PPy Ciudadanos–. Insisten una y otra ... vez que todo se debe a un complot para erosionar su imagen. Pero lo cierto y verdad es que las comparecencias de José María González ‘Kichi’ y varios de sus adláteres ante la Justicia empieza a ser ya preocupante. Aunque sólo sea por una cuestión de imagen. Ayer mismo el alcalde de Cádiz tuvo que volver a declarar, esta vez por un presunto delito de prevaricación en la contratación del alumbrado extraordinario de Navidad en el año 2016. Por supuesto, tras su declaración ante el Fiscal, realizó otra a los medios de comunicación, reiterando su mantra. «Esta enésima denuncia refleja de nuevo el objetivo de la triple alianza», en referencia a PP, PSOE y Ciudadanos, «que no hacen otra cosa que intentar menoscabar la imagen del alcalde buscando la foto sentado en un banquillo, a pesar de que saben que la denuncia no va a llegar a ningún lado como se ha visto ya en ocasiones anteriores», afirmó.

Olvida el regidor de la capital gaditana que si los miembros de la oposición observan algún indicio de delito en su gestión están obligados a denunciarlo. Como él mismo hizo en el caso del agua de Loreto. Que también era su obligación. Precisamente para eso están los juzgados.

Querer desviar la atención solo demuestra mediocridad política. Y deja en evidencia su nefasta gestión de la ciudad. Porque nadie duda que ni él ni ninguno de sus concejales haya robado nada. Pero sí que esos presuntos delitos pueden venir derivados de su incapacidad para gestionar y su ignorancia sobre los procedimientos establecidos.Ayer mismo, sin ir más lejos, poco después de que el alcalde declarara en los juzgados, el Ayuntamiento hacía pública la noticia de que iba a ser embargado el patio del Obispado por «no acometer sus obligaciones». Apenas tres horas después, y tras ser advertidos de que dicha expropiación era inviable por una cuestión económica, dieron marcha atrás, desdiciéndose a ellos mismos y volviendo a dejar a las claras que su gestión de la ciudad es caótica. Eso es lo preocupante, más aún si cabe q

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