El Apunte

Los pilares de la educación

La Administración debe atender el derecho de los padres a elegir y optimizar los recursos más allá de ideologías

Los datos que recoge, año tras año, el informe Pisa sobre el estado de la educación en Andalucía son elocuentes. Las cosas no se están haciendo bien, los recursos no se están destinando a lo que hace falta y los alumnos que salen ... de las aulas andaluzas no están al mismo nivel que los del resto de España y la Unión Europea. Y no es ni por una cuestión genética que afecte a los cerebros andaluces ni por falta de preparación o implicación del profesorado. Es señal de que algo no se está haciendo bien.

Con el inicio del periodo de matriculación vuelve el consabido y artificial debate entre educación pública y concertada . Artificial porque ambos tipos de centros están abiertos a todos los alumnos y se mantienen con fondos públicos. Son los padres los que, en un ejercicio de libertad que algunos pretenden limitar, eligen qué tipo de enseñanza creen mejor para sus hijos. Y en el caso de la capital, los padres han dejado muy a las claras que prefieren la educación concertada en la mayoría de los casos.

La representante Concapa señalaba, en el reportaje que abre este periódico, que la administración debería hacer una reflexión de por qué los padres han dejado de matricular a sus hijos en algunos colegios. En el caso de la capital, escuelas que no despertaban la simpatía de los padres, como Carola Ribed, comenzaron a ser demandadas cuando se les dotó de una infraestructura digna. Al fin y al cabo, padres y madres quieren lo mejor para sus hijos, por encima de cuestiones políticas o ideológicas.

El Ayuntamiento de la capital, con su habitual estrategia de buscar la confrontación por encima de las soluciones, acusa a la Junta de Andalucía de no dejar a los padres elegir en libertad cuando, precisamente, es a cuenta de esa libertad de elección por la que muchos centros gaditanos han quedado marginados. Si, como la coalición de izquierdas clama, hay que permitir libertad de elección, ¿por qué resucitan cada año la misma campaña de ataque a la educación concertada con unos prejuicios que en nada tienen que ver con la realidad de nuestras aulas?

La administración tiene el deber de velar por la correcta distribución de los recursos públicos. Una vez acabe el proceso de petición de plazas habrá que ver si tiene sentido seguir manteniendo aulas vacías por un interés meramente político o ideológico.

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