El Apunte

La oportunidad está en el aire

Navantia agarra proyectos eólicos para su planta de Puerto Real

El sector eólico dará alas los próximos meses a la planta puertorrealeña de Navantia y la mantendrá con vida hasta que lleguen más encargos navales. A finales de mayo está prevista la entrega del cuarto y último petrolero construido en esta factoría para el grupo vasco Ibaizabal. Con la finalización de los trabajos en el ‘Monte Ulía’ se pondrá punto (esperemos que seguido) a cuatro años de intensa actividad, que ha permitido carga de trabajo para más de 3.000 personas. Por tanto su reconversión, su transformación hacia otro tipo de proyectos es vital, necesaria. Urgente. Y de eso son conocedores en la empresa que ya opta por medio mundo a capitanear importantes y millonarios encargos de otro tipo como en el esperanzador sector eólico. Las energías renovables llevan años abriéndose paso en el mercado internacional y Navantia lucha por posicionarse como proveedor específico para demostrar que son muy capaces de hacer realidad estos megaproyectos.

Tras el éxito cosechado, en tiempo y forma, en la construcción de la subestación del parque Wikinger en el Mar Báltico , parece que la compañía seguirá por esa senda con varios trabajos off shore ya adjudicados y otros por los que está pujando. Así, a la vuelta del verano comenzará a fabricar su tercera plataforma. En esta ocasión será para un complejo petrolífero en el Mar del Norte. Esta estructura albergará también otra subestación eléctrica aunque esta vez será para dar energía a un yacimiento petrolífero, uno de los mayores de la costa Noruega. El módulo, de aproximadamente 4.000 toneladas, se construirá en su totalidad en Matagorda. Una excelente noticia que continuará sumando. Como así ocurrirá con otra torre que se iba a hacer en Fene pero que, por ajustes en los plazos de entrega, se ha desviado a la factoría gaditana. O, también, la construcción de 20 jackets para un megaproyecto previsto en Escocia.

Por tanto, con todos estos proyectos sobre la mesa, la plantilla puertorrealeña puede respirar algo más tranquila ya que la factoría sigue consolidándose a nivel internacional en el sector eólico, una vía de negocio que abre una ventana más a las posibilidades que tienen los astilleros gaditanos que siguen apostando por realizar trabajos de calidad que consoliden esa confianza que hay que ganarse a pulso con muchas horas de trabajo.

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