Debemos hasta de callarnos

Todo lo que este gobierno hace consiste en aumentar el déficit y llevarnos a una insostenible deuda pública

El inefable presidente que padecemos ha hablado. Lo ha hecho en sábado. Supongo que el tiempo que media hasta el martes (día ordinario de Consejo de Ministros) sería una eternidad. «Snchz» no sabe lo que es la eternidad, porque no sabe nada de nada. Hace ... cuatro días anunció que tomaría medidas. Medidas desconocidas en su propio Consejo de Ministros. Ahora anuncia las medidas, mayor gasto público como no podía ser de otra forma. La semana que viene anunciará como las financiará. En su mente de «chorlito» un nuevo impuesto a las compañías energéticas para que contribuyan a financiar las mismas. Al final terminarán todas por instalarse en Dublin. Un nuevo atentado a la propiedad por estos bandoleros del siglo XXI, en el fondo y en la forma. Quizás, Tocqueville nunca debió ir a EE. UU y debió haberlo hecho a España. Decía que los recortes a la libertad individual y las irrupciones en la vida privada, pueden llevarnos a un Estado paternalista que directamente adocene a sus ciudadanos, que dejan de serlo y pasan a ser directamente súbditos. Sólo hay que ver los programas electores del PSOE, Podemos y Más País, para entender ese ímpetu por acrecentar el peso del Estado, a sabiendas que el comunismo colapsó en 1989 y que la socialdemocracia nórdica, paradigma del Estado del bienestar, ha achicado el Estado, desde finales de la década de los noventa, bajando impuesto y gasto público. Porque la frialdad mental nórdica ha llegado a la convicción, de que el gasto desmesurado y el tamaño irracional del Estado hay que pagarlo. El Estado no paga nada, lo pagan entre todos los que contribuyen.

Cum fraude y sólo él, ha presentado una hoja de ruta supuestamente socialdemócrata, basada en un fuerte gasto público y rescate ciudadano (200 € en pago único para familias vulnerables). La inflación terminará por destrozarnos y las medidas a tomar de forma efectiva y racionales son casi imposible en la situación de déficit y deuda que padecemos. La nación se desvanece económicamente y terminará por no quedar nada de España. El Estado desaparecerá por mor de las políticas exigidas por sus socios golpistas, que lógicamente predeterminan su política para colapsarlo. Los nacionales españoles hemos sido exprimidos ya. Ahora nos licuan. Mañana dispondrán hasta de nuestra pulpa. Pasado mañana todos muertos por inanición y sin sangre. Ya no habrá donde extraer nada. Eso sí, muertos públicos por la gracia del sistema público y único de salud, como patente esgrimida por la izquierda que nos lleva al desastre.

Todo lo que este gobierno hace consiste en aumentar el déficit y llevarnos a una insostenible deuda pública. Además, sus políticas de desgobierno son generadores de incertidumbre económica. La incertidumbre es contraproducente en la economía de mercado en una democracia liberal. Los inversores huyen de todo lo que no sea controlable. El dinero es miedoso. Correr riesgos innecesarios va contra los cánones de un buen y ordenado comerciante. Frase reiterada en los Códigos mercantiles decimonónicos. Existen siete cuestiones, que en absoluto han sido explicadas en el debate electoral de manera sincera y cuando lo han intentado hacer, sólo han tomado la opción fácil, de transmitir los derechos que la situación implica, olvidándose del revés de la cuestión, centrada lógicamente en los deberes que ello comporta y que son cruciales en el devenir de España.

El debate debiera centrarse en estas siete cuestiones y encararlas con decisión: Pensiones. El sistema español, es un sistema piramidal que han entrado en quiebra. Propongo la adaptación al modelo español del sistema sueco; Dependencia: exige una política integral, estatal, que no deje desamparado a ningún ciudadano. Lo que exige la minoración proporcional de otras partidas de gasto; Educación: Hay que hacerla eficaz y racional, sobre su consideración de servicio público. La enseñanza pública debiera alcanzar la excelencia. Dicho esto, la capacidad de elección del ciudadano, debiera implicar, la puesta en marcha del cheque escolar; Sanidad: La naturaleza pública de prestación del servicio sanitario es un hecho. Nada objeta la CE para que su gestión sea mixta. Se debiera exigir maximizar la prestación del servicio, sobre la base de la consideración del menor coste unitario, creando un sistema de competencia público y privado; Administración: La mastodóntica, hipertrofiada e inoperante muchas veces de las diferentes Administraciones públicas, territoriales e institucionales, exigen su drástica reducción, en los términos de la Ley de Estabilidad Presupuestaria; Empleo: Hay que incidir en la reforma, sobre la base de mantener lo que se hizo con la Ley 3/2012, porque el pleno empleo incidirá, además, positivamente en el sostenimiento del sistema de pensiones; Economía. Las decisiones sobre políticas económicas que se adopten, exigen considerar por encima de todo el modelo productivo que tenemos y no el que nos gustaría que fuera.

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