EL APUNTE

Demasiados precedentes

Las decepciones en planes de fomento y formación fueron tantas con el PSOE que el último caso de Puerto Real suena familiar

Susana Díaz cuando era presidenta de la Junta. La Voz

El hecho de que la Junta de Andalucía de Susana Díaz (¿la recuerdan?) anunciase a todo bombo un centro de tecnología industrial en Puerto Real hace tres años y aún no se haya movido ni un papel tiene para los vecinos de la Bahía de Cádiz un molesto sonido familiar. Los fallidos proyectos de fomento industrial, las millonarias ayudas perdidas y los cursos a tropel fueron, durante décadas, sello de la gestión socialista en Andalucía. Y aún pagamos los efectos. Los acontecimientos y su frecuencia permiten que los andaluces interesados puedan considerarse expertos. Todo lo relacionado con ayudas a la creación de empresas y al fomento del empleo proliferaba entonces con insólita familiaridad en lo que va de siglo en esta zona de Europa. Cada programa de ayudas tiene una siglas y unos requisitos, un nombre, un plazo y una teórica finalidad pero todos, sin excepción, acaban en el mismo punto: Andalucía y la provincia conservan los mismos porcentajes, terroríficos, de paro y el mismo número de empresas que antes de la llegada de ese maná.

A ese fracaso rotundo y colectivo se añade otro motivo de preocupación ciudadana: la falta de control. El dinero de Europa ha llegado a raudales pero nadie controla su buen uso . Haya o no delitos o faltas en los casos que se juzgan, con la sagrada presunción de inocencia por delante, siempre aparece un mismo elemento: una gran cantidad de dinero se destina a una hipotética creación de formación especializada, de puestos de trabajo, de industria y riqueza colectiva que nunca llega. Sea por torpeza, por negligencia en los controles, por un laberinto burocrático, por mal planteamiento, por lo que quiera pensar mejor o peor cada cual pero el resultado es idéntico: el dinero acaba en desperdicio y los parados siguen sin empleo.

Andalucía, como territorio pobre de la Unión Europea, recibió durante demasiado tiempo un caudal de dinero que sus gobernantes no supieron manejar . Nunca lograron que llegara a las manos adecuadas, a la de los parados que precisaban de formación, a los empresarios con planes rentables y realistas. Son hechos, números, nunca opiniones. Puede que la chapuza sistemática que reciba nombres distintos pero el hecho de que la Policía siempre vaya por detrás buscando restos de algo es la prueba del delito político, del crimen social. Ahora es un centro de investigación en Puerto Real como antes fueron fallidas inversiones en Jerez, El Puerto, Sanlúcar...

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