Opinión

Antes de la quema

Con muchos golpes cómicos, la película resulta entretenida

El afamado director de cine Fernando Colomo, junto al guionista malagueño Javi Jáuregui, ha presentado una divertida comedia cinematográfica titulada ‘Antes de la quema’, ambientada en nuestro Cádiz y su Carnaval. Con muchos golpes cómicos, la película resulta entretenida. La sinopsis del argumento nos muestra ... las vivencias de un chirigotero en paro que intenta mantener a su familia mientras prepara el próximo Concurso con su chirigota. Por otro lado, un traficante de drogas local que le pide ayuda para robar el depósito de droga más grande de España. Una película distraída con personajes de un desparpajo inherente que, según la visión del guionista, tenemos los gaditanos.

Por desgracia, aparece lo típico y gracioso que resulta que el gaditano sea un flojo. La idiosincrasia nuestra para muchos foráneos es ser gracioso y vagos, buscavidas y okupas de sofás y camas. Así nos ven. Alguna culpa de esta perspectiva mostrada la han promovido los carnavaleros y cómicos que por España pasean esa mala fama en sus guiones, chistes y coplas vanagloriándose de tales cualidades. En Cádiz, el paro es uno de nuestros principales problemas pero ello no significa que los gaditanos seamos flojos y que todo nos sirva de risa.

Gracias a los distintos gobiernos pasados, en nuestra provincia se han ido amortizando miles de puestos de trabajo a costa de jubilaciones anticipadas y expedientes de regulación de empleo al antojo de éstos. En nuestra Bahía, en estos últimos 40 años los estamentos han hecho desaparecer cientos de empleos y empresas que podían haberse salvado antes que indemnizar a trabajadores cincuenteros o discapacitados con una jubilación atrayente resignando a la zona sin un futuro para nuestros hijos. Dejando claro que las circunstancias del poco empleo en nuestra provincia no son culpa del gaditano y menos aún del carnavalero, quisiera mostrar la otra cara de mis conciudadanos.

Somos miles los que madrugamos o pernoctamos cada día en éste precioso lugar del sur para ganarnos un sueldo. Muchas mujeres y hombres trabajando como comerciales, hosteleros, ingenieros o fotógrafos, cientos de empleados públicos que ejercemos como administrativos, técnicos, conserjes, médicos, auxiliares, concejales, militares, profesores, enfermeros, policías o bomberos y otros que somos conductores de autobuses o trabajadores en el muelle, en aduanas, en Renfe, en Zona Franca, Astilleros, Alestis, Navantia, Airbus, Bazán, en la ONCE, en San Carlos, en empresas auxiliares, en la construcción, locutores, pescadores, mecánicos, veterinarios, farmacéuticos, presentadores, trabajadores de las lonjas y del mercado, editores, escritores, fruteros, carniceros, músicos, cantantes, vigilantes, transportistas, acomodadores, peluqueros, dependientes de comercios, del turismo, periodistas, empleados de banca, deportistas, cajeras y cajeros, cocineros, artesanos, limpiadores, taxistas, tramoyistas, camareros, empleadas y empleados de hogar y muchos trabajadores más que levantamos la provincia y a Cádiz cada día y que de flojos no tenemos nada, señor Colomo.

Será casualidad pero cuando ofertan puestos de trabajo las colas aquí para solicitarlos son interminables, la gente quiere trabajar, a nuestro jóvenes no se les puede identificar como chirigoteros vagos, hay muchos trabajando y cientos de ellos estudiando de ocho a diez horas diarias para un concurso u oposición. Ya está bien de mofarse de algo que no es verdad y de esa figura del holgazán que existe también en cualquier punto de nuestro país.

Las leyendas negras hay que desterrarlas de nuestros comentarios y de los repertorios en las agrupaciones de Carnaval, así como en los guiones, en show y parodias de nuestros humoristas más conocidos. Harán mucha gracia pero nos perjudican mucho más.

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