Recuperar Cádiz

La capital gaditana tiene numerosos edificios públicos sin uso desde hace décadas. Muchos de ellos muy emblemáticos, como Valcárcel, Náutica o el antiguo Instituto Rosario. Uno de los grandes objetivos del nuevo alcalde de Cádiz, Bruno García, es recuperarlos para uso y disfrute de los gaditanos. Una tarea nada sencilla, ya que hay demasiadas trabas burocráticas, económicas e incluso de falta de entendimiento entre administraciones, sobre todo cuando son de distinto signo político, como es el caso de la subdelegación del Gobierno.

Sin embargo, no hay peor gestión que la que no se intenta. Y esa parece ser la máxima que se ha marcado Bruno García para afrontar el que sin duda puede ser el mayor reto de su mandato. Si cuando pasen cuatro años hubiese logrado que esas edificiaciones, actualmente abandonadas y en no pocos casos en estado ruinoso, estuviesen recuperadas para la ciudad, podrá decir que ha dejado un importante legado a los gaditanos que le dieron su confianza en las urnas el pasado 28 de mayo con una mayoría absoluta. El trabajo que tiene por delante sin duda es complejo. Pero ya se están dando los primeros pasos. Ya se han iniciado los contactos -o se van a iniciar en apenas unos días- con la mencionada subdelegación del Gobierno que dirige José Pacheco; con el rector de la Universidad de Cádiz Francisco Piniella; con la delegada de la Junta Mercedes Colombo; y con la nueva presidenta de Diputación, Almudena Martínez del Junco.

Todo es muy embrionario, pero la predisposición de todos ellos es buena, factor clave para llegar a buen puerto. El principal problema es que en muchos de los casos apenas hay nada avanzado. Los anteriores dirigentes del Ayuntamiento de Cádiz apenas hicieron nada en este sentido. En ningún momento estuvo entre sus prioridades, mucho más ocupados en utilizar la Casa Consistorial como altavoz de sus proclamas ideológicas y populistas.Ahora, por fin, se ha recuperado el pragmatismo, la normalidad, en San Juan de Dios. Algo que, como el valor en la guerra, se debería presuponer. Pero no ha sido así. Ni por supuesto es suficiente. Ahora les toca a los actuales responsables municipales demostrar su capacidad de gestión, de diálogo, de buscar ideas y alternativas para alcanzar el objetivo final y el único importante: que los gaditanos puedan volver a disfrutar de espacios públicos que les han sido hurtados en los últimos años por la dejadez de unos y la incompetencia de otros.