El Apunte
La Justicia no interesa
El decano de abogados habla claro, la falta de inversión en el área judicial es ya endémica, «no da votos»
Adolfo Baturone, abogado isleño, colegiado desde hace décadas, ha tomado recientemente las riendas del Colegio de Abogados de Cádiz. Y se ha puesto al frente quizá en uno de los peores momentos que se recuerdan que se están viviendo en el mundo de los tribunales. El clima es bastante tenso. Las huelgas de todos sus operadores se suceden desde que los letrados de la Administración, antiguos secretarios, decidieron colgar la toga durante dos meses hasta no conseguir que parte de sus reivindicaciones fueran atendidas por el Ministerio. A partir de ahí les han seguido funcionarios, y ahora fiscales y jueces que ya han advertido también sobre sus reclamaciones. A este ambiente, que ha causado la paralización de miles de procedimientos y actuaciones, se suma el retraso que ya venían sufriendo los juzgados gaditanos. La acumulación de causas que en algunas de sus disciplinas como en lo Social ha provocado que se estén señalando juicios para 2024. Y lentitud. Mucha lentitud. Y suspensiones. Muchas suspensiones.
Pero si esto era poco, Cádiz añade otro handicap. Y ése es la falta de espacios. De salas acordes a la seriedad y el rigor que deberían de representar. Juzgados modernos, amplios, con medios, y no habitaciones o despachos que se han terminado adaptando, parcheando.
Así lo cuenta hoy en una entrevista concedida a este periódico y sin pelos en la lengua un profesional como Adolfo Baturone que lleva muchos años viendo esta situación «precaria», «indigna», como él mismo dice. Y, según sostiene, ocurre sencillamente y dolorosamente porque la Justicia «no interesa». Es «incómoda». No se le da el valor que tiene. No la ponen en su sitio que no es otro que ser un pilar fundamental del bienestar del ciudadano, de la defensa de sus derechos, por los que tanto se ha luchado. Sin embargo lo que este ciudadano encuentra la mayoría de las veces cuando acude a este servicio clave en un Estado libre y constitucional son problemas, burocracias, retrasos, tasas, y una demora que muchas veces le hace desistir, ni acudir. Renunciar.
Por ello se hace ya urgente tomarse a la Justicia en serio. Pero de verdad. Como un servicio básico que es. Como un derecho que nos asiste y al que podamos acudir y en el que podamos encontrar soluciones. La Justicia no es un cachondeo. La Justicia es necesaria para todos.
