Un hombre que hizo más grande el Carnaval
La medalla a Julio Pardo Merelo forma parte de un creciente reconocimiento a la fiesta como fenómeno cultural y social
Hace muchos años que el Carnaval es observado como un fenómeno cultural y social de gran magnitud. En Cádiz, esa tradición ha superado con mucho el mero desahogo preventivo y católico ante la llegada de la Cuaresma que comienza con el Miércoles de Ceniza de hoy. Su fuerza como atractivo turístico y como exhibición colectiva de sátira tiene pocas comparaciones en Andalucía y en España. De hecho, una de las consecuencias de este crecimiento es que aparezcan movimientos como la declaración de la festividad gaditana como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco. En esta misma línea de reconocimiento cabe enmarcar la concesión de la Medalla de Andalucía a Julio Pardo Merelo. El autor y músico, el guitarrista y creador, no sólo ha sido una referencia para el Carnaval del Concurso con su récord de primeros premios en coros, también fue el gran impulsor de la modalidad (en severa 'crisis de vocaciones' en los años 70) y un gran profesional de la música en otros ámbitos, de la Semana Santa a la publicidad o la música comercial. En definitiva, fue un enorme divulgador del Carnaval de Cádiz. El reconocimiento más alto de la Junta de Andalucía llega, por infortunio, un año tarde pero cargado de razones y argumentos.
Es otro reconocimiento a toda la fiesta gaditana y sus miles de aficionados tienen motivos para sacar pecho cuando le llegan desde otros lugares estos gestos en forma de aplauso. Pocas manifestaciones culturales son más merecedoras de estos honores, personificados en sus mayores figuras o colectivos, que el Carnaval de Cádiz. No es chovinismo, es historia. El Carnaval es capaz de unir históricamente a dos ciudades tan alejadas como Cádiz y Montevideo, ligadas por un océano de coplas y de herramientas culturales afines, pero es un lazo cada vez más fuerte con todas las provincias de Andalucía y con muchas de España. Y es el Carnaval de Cádiz una de las manifestaciones culturales más democráticas e integradoras que existen, pues en su participación no se entiende ni de sexo, ni de religión, ni de clase social, ni de raza, ni de ideología. Ni de lugar de origen, como se demuestra con la participación y puntuación en el último Concurso Oficial. A esa grandeza contribuyen de forma fundamental personalidades como Julio Pardo Merelo, dignamente premiado ayer por su tierra, Andalucía.
