APUNTE
Podría ver la luz el próximo mes de marzo y se están perfilando las normas de funcionamiento
Zona Franca y Autoridad Portuaria demuestran que cuando se trabaja por un proyecto común, los resultados terminan por llegar
En una entrevista realizada hace unos meses al presidente de los empresarios gaditanos, Javier Sánchez Rojas, éste reconocía que uno de los grandes problemas para el desarrollo de la provincia eran las luchas partidistas, la continua zancadilla que se ponían algunas administraciones a la hora de desarrollar proyectos que podían beneficiar al adversario. La provincia, y su desarrollo, venían lastrados por una suerte de guerra fría entre administraciones de distinto color en la que imperaba la máxima de «que me quede yo tuerto si mi rival se queda ciego». Sin embargo, como se demuestra en la edición de hoy de LA VOZ, hay honrosas excepciones cuando se encuentran políticos que, por encima de los intereses partidistas, ponen los intereses de la administración y, sobre todo, el de los ciudadanos que rigen.
No deja de ser curioso que estas dos personas que están destacando a la hora de buscar acuerdos sean el socialista Fran González –delegado del Gobierno en el Consorcio de la Zona Franca– y Teófila Martínez –presidenta de la Autoridad Portuaria–, que se fajaron años atrás en el Ayuntamiento de Cádiz. En sus asientos de alcaldesa y concejal, Martínez y González protagonizaron enconados debates municipales que, ahora, no tendrían sentido en sus respectivos cargos. El resultado de remar en la misma dirección ha sido el desbloqueo de proyectos como el aprovechamiento del suelo de Delphi o el nuevo impulso que ha tomado la Cabezuela, que se convertirá en la gran puerta de Iberoamérica hacia Europa gracias a la instalación de nuevas empresas. El crecimiento sostenido en las exportaciones es otra prueba más de que cuando se huye de los enfrentamientos estériles y las administraciones se remangan para trabajar, los resultados acaban por llegar.
Que cunda pues el ejemplo en el resto de administraciones. El cainismo que tantas veces se sufre en la provincia empiece a ser cosa del pasado. Los ciudadanos ya estamos cansados de discursos vacíos que no benefician más que a los mediocres que anteponen ideologías desfasada a la búsqueda de resultados.
