Un sacrificio beneficioso

No cabe duda de que el esfuerzo realizado durante todo el año por los cofrades ha quedado dañado por estas precipitaciones, que si bien eran esperadas, han sorprendido a propios y extraños con tormentas imprevistas por el fuerte temporal de viento.

Paralelamente, el ánimo de los empresarios de Horeca caía en picado porque había muchas esperanzas puestas en lograr un buen dato la Semana Santa, una temporada alta para el turismo gaditano.

Significativas han sido las bajadas registradas en municipios costeros, como Tarifa, Chiclana, Rota, El Puerto y Chipiona, ya que el tiempo no invitaba a disfrutar del turismo de sol y playa, como ha ocurrido en años anteriores.

En definitiva, las abundantes lluvias han frenado en seco las esperanzas que se habían depositado en la Semana Santa. Sin embargo, este sacrificio cofrade puede acabar repercutiendo en beneficio de la patronal hotelera de cara al verano.

En plena sequía estas precipitaciones pueden resultar un auténtico balón de oxígeno para el sector del turismo de cara a la próxima temporada estival, para la que se presagiaban los peores augurios por la falta de agua.

Aunque la situación continúa siendo preocupante, el hecho de que los embalses hayan recuperado parte de su capacidad puede terminar siendo un auténtico espaldarazo para muchos ayuntamientos que se habían visto obligados a tomar medidas drásticas en el uso del agua.

Habrá que esperar para ver cómo se desarrolla la situación en las próximas semanas, pero «las lluvias han sido la mejor noticia para nuestra tierra», tal y como recalcó ayer en Cádiz, Ramón Fernández-Pacheco, consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía. Un sacrificio beneficioso.