Cartas al director
¡Héroes con bata!
«La pandemia también ha sacado a relucir la solidaridad y entrega de tantas y tantas personas: familias como la mía, convertidas en una piña ante la adversidad, vecinos que te acercan la compra, amigos o compañeros de trabajo que te llaman, mandan un whatsapp...»
Estas son unas líneas que nunca me hubiera gustado tener que firmar en ABC. Mi nombre es Carlos Manso Chicote y soy redactor de este periódico desde 2015. He tenido la variante británica del Covid-19, por la que he estado varias semanas ingresado junto a parte de mi familia (mi madre Ángeles, mis tías Encarnación y Ana María junto a su marido Juan) y escribo esta carta para rendir un merecido homenaje a los auxiliares, limpiadoras, enfermeras, enfermeros y médicos del Hospital Beata María Ana de Madrid (Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón).
Asunción, Patricia, Mari Mar, Paloma, doctor Rett Egued…. (¡siento no recordar todos vuestros nombres!): habéis sido nuestra línea de defensa más firme contra el Covid, contra los días más difíciles de la familia González Chicote. Y lo habéis conseguido, ya estamos en casa. Pero por el camino, el virus se cobró su macabro precio: dos vidas ejemplares, de entrega a sus hijos, sobrinos y nietos, las de mis tías Ana María y Encarnación, fallecidas consecutivamente los días 20 y 21 de abril.
Con Ana María coincidí el día de mi ingreso en el hospital, el pasado 12 de abril, y pudimos compartir un modesto desayuno tras una larga noche en Urgencias cuyo personal se comportó de forma exquisita y, aún en esas circunstancias, tuvo palabras de ánimo para mí. Esa fue nuestra ‘despedida’: su bondadosa sonrisa y esperanza. De Encarnación, lectora asidua de ABC, me queda la seguridad de que se fue en paz con Dios, y que siempre tendrá un lugar especial en nuestros corazones.
El Covid ha roto familias, truncado proyectos vitales y puesto a nuestras sociedades ante el incómodo espejo de la vulnerabilidad. También ha demostrado la necesidad imprescindible de un sistema sanitario y asistencial fuerte. No se olviden de Asunción, Patricia, Mari Mar, Paloma… Siguen combatiendo día a día al virus con lo que tienen: la ciencia, su humanidad y profesionalidad.
La pandemia también ha sacado a relucir la solidaridad y entrega de tantas y tantas personas: familias como la mía, convertidas en una piña ante la adversidad, vecinos que te acercan la compra, amigos o compañeros de trabajo que te llaman, mandan un whatsapp… Se acuerdan de ti. Esto también lo he sentido en mi ‘tribu’, la de ABC. ¡Gracias, gracias y gracias por vuestras palabras de aliento, cariño y, sobre todo, por estar ahí! ¡Pronto estaré de vuelta!
