CONSERVACIÓN

El Espejo del Sol Mediterráneo

El calentamiento global amenaza el equilibrio ecológico de La Albufera de Valencia, uno de los humedales más biodiversos y valiosos de Europa

El sol se refleja sobre la lámina de agua dulce de La Albufera CH. B.

Charo Barroso

Cuando viajas con expertos en meteorología y presentadores y presentadoras del tiempo, puedes esperar que se hable de isobaras, borrascas, huracanes o hasta de los tipos de nubes, pero hay algo que no fallará en la predicción: habrá buen clima. Las I Jornadas de Meteorología en la Albufera, organizadas por La 8 Mediterráneo y el apoyo de Visit Valencia , ofrecieron la oportunidad de conocer la riqueza cultural, histórica, gastronómica y medioambiental de la que ha sido por segundo año consecutivo nombrada la ciudad más saludable del mundo: Valencia.

Sus calles y monumentos más emblemáticos como Serranos, la calle Caballeros, La Lonja, el Tribunal de las Aguas, la Iglesia de San Nicolás o la Plaza Redonda nos contaron su historia en una tarde en la que el sol lucía tras días de haber sufrido los efectos de una fuerte tormenta que batía el récord histórico de lluvia en el mes de mayo. Para Antonio Pardo, responsable de la sección de El Tiempo de 8 Mediterráneo, «estas jornadas nos dan la oportunidad de hablar sobre los riesgos que amenazan a este gran humedal europeo que es la Albufera y que podemos hacer extensivos al resto de Parques Naturales de nuestro territorio».

Y para comprobar la riqueza e importancia de este espacio modelado a lo largo de los últimos tres siglos por una continua transformación antrópica del paisaje, y al que los árabes denominaban «Espejo de Sol» partimos desde el Puerto de Silla, rodeados de marjal, campos de arroz inusualmente semi inundados por las lluvias hacia la Gola del Pujol, una de las tres compuertas que comunican con el mar y que permiten la inundación o el desagüe de los arrozales.

Josep Carles, de la Asociació Vela Llatina de Silla, explica las singularidades de La Albufera a bordo CH. B.

Laguna litoral

El silencio solo se rompe por el sonido del agua sobre la que se desliza el barco que, con la destreza de toda una vida, dirige Josep Carles Laínez . Cruzar impulsados por el viento la laguna litoral más grande de España, la Albufera de Valencia, es todo un privilegio posible gracias a la Asociació Vela Llatina de Silla. Estas embarcaciones que antaño se utilizaban para navegar por los canales se han recuperado conservando la tradición en todos sus aspectos y, a día de hoy, desde su construcción hasta su mantenimiento y reparaciones se realizan de manera artesanal. «Cuando de pequeño venía con mi padre nunca traía agua en la barca porque en la laguna emergen múltiples ullals, puntos donde emana agua dulce de manantiales subterráneos», cuenta Josep. Hoy muchos se han perdido debido a la acumulación de sedimentos y a la transformación de terrenos, su recuperación es clave ya que constituyen auténticas islas de biodiversidad idóneas para especies endémicas amenazadas como el samaruc o las gambetas.

El viento cambia de dirección y nos obliga a reajustar las velas mientras dos moritos comunes, inconfundibles con su largo pico curvado y su plumaje irisado que brilla bajo el sol, cruzan el cielo mientras a lo lejos vuelan patos y garzas reales. Seguimos surcando la somera lámina de agua, con poco más de 1,5 metros de profundidad, que ocupa unas 3.000 hectáreas de las 21.000 del Parque Natural de la Albufera . Un espacio en el que solapan las principales rutas migratorias que conectan Europa occidental y África, y permite cada año la observación de cerca de 300 especies de aves diferentes.

Tras desembarcar en la Gola del Pujol encontramos el Parque Natural de la Devesa-Albufera, paraje protegido por sus dunas litorales donde «podemos encontrar la gaviota de Audouin, endémica del Mediterráneo, es una especie escasa que desde hace algunos años cuenta con una colonia en el islote de Estany de Pujol», explica la ornitóloga Yanina Maggiotto, quien puntualiza que a pesar de ello sigue siendo una especie muy vulnerable.

La ornitóloga Yanina Maggiotto explica el peculiar ecosistema de la Devesa CH. B.

El aumento de la temperatura como consecuencia del cambio climático amenaza con alterar los balances hídricos de este humedal y afectar seriamente a especies en peligro crítico como la cerceta pardilla, la malvasía cabeciblanca o el chorlitejo patinegro. Las previsiones señalan que en el futuro descenderá el agua disponible en las de los dos ríos que alimentan la laguna costera, el Turia y el Júcar, a la par que se producirá una subida de temperaturas, un aumento de la evapotranspiración y, a nivel costero, un aumento del nivel del mar.

Por ello, entender en qué situación se encuentra la Albufera y cuáles son los retos a los que se enfrenta resulta clave para saber qué medidas se pueden llevar a cabo para mejorar la resistencia al cambio climático de este ecosistema único.

Meteorólogos y presentadores del tiempo se dieron cita en las I Jornadas Meteorológicas en La Albufera organizadas por La 8 Mediterráneo Ch.B.

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