“Diego Costa se ha integrado con mucha normalidad. No he notado ninguna diferencia con respecto a otros jugadores que vinieron en parecidas circunstancias. Esperemos que esté en condiciones para debutar mañana y darnos más alternativas en el Mundial”. Vicente del Bosque se tomó con gran naturalidad el estreno como internacional español del delantero del Atlético, que prolongará ante Italia el camino que antes iniciaron sus compatriotas Becerra, Donato, Catanha y Marcos Senna.
Más que los nombres, al técnico español le interesa que sus jugadores den el máximo en el Calderón y aprueben el último test antes de conocerse en mayo la lista de mundialistas. “Cuando dije que quería el mismo compromiso que en sus clubes no fue un mensaje subliminal sino directo. No estoy descontento con el amistoso de Sudáfrica, pero hay que blindar el espacio de la seleccción. Venir aquí debe de ser una rutina importante”.
Se espera este miércoles un partido “muy atractivo entre los dos últimos campeones del mundo” y una “Italia poderosa, parecida a la del duelo agónico que se decidió por penaltis e la Copa Confederaciones, no a ese combinado mermado, cansado y lastrado por las lesiones de Chiellini y Motta de la final de la pasada Eurocopa”.
Aprobó Del Bosque la decisión de Cesare Prandelli, el seleccionador italiano, de prescindir de Daniele De Rossi por agredir a Icardi en el reciente encuentro entre Roma e Inter. “No me parece mal la determinación de no traerlo. Prandelli siempre ha demostrado gran deportividad y éste es un signo más de acatar la normalidad del deporte. En España también puede cundir el ejemplo”.
A pesar de que el secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal, ha defendido al Barcelona en el embrollo contractual y judicial relacionado con el fichaje de Neymar, Del Bosque apeló a la prudencia a la hora de hablar de estos asuntos en cualquier dirección. “No estoy en una posición para inclinarme hacia nadie. Respeto a todas las regiones y comunidades de España”, zanjó el seleccionador.
