El indulto al pavo «Cheese» y los nuevos disturbios en Ferguson, entre las imágenes de la semana

El indulto al pavo «Cheese» y los nuevos disturbios en Ferguson, entre las imágenes de la semana

Repasamos las mejores fotografías que nos ha dejado la actualidad de los últimos siete días

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Repasamos las mejores fotografías que nos ha dejado la actualidad de los últimos siete días

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  1. Regeneración contra demagogia

    Con la anchura, no solo física, que proporcionaba la retirada del escaño de la ministra de Sanidad, Rajoy intervino en el Congreso para hablar de regeneración y corrupción, términos antagónicos sobre los que construyó un discurso en el que planteó el reinicio moral de la partida política. Para el presidente del Gobierno, había llegado la hora de terminar con las estrategias acusatorias de ida y vuelta, el clásico «y tú más», y de imponer un nuevo marco legal y ético a la actividad de los partidos. Rajoy lo intentó con una reforma –limitación de las donaciones económicas, reforma del Código Penal para castigar la financiación ilegal, transparencia de las cuentas de los altos cargos, agilización de la Justicia, entre otras medidas de choque, hasta setenta– que el PSOE rechazó de plano. El populismo manda en la nueva dirección del PSOE, decidida a explorar de manera irresponsable los límites de la demagogia antes que a consensuar un pacto de Estado que, lejos de amparar a nadie o tapar desmanes, trata de sanear el sistema construido por todos. Tras reconocer que en el PP «ha habido problemas serios» que ya le obligaron a pedir disculpas, Rajoy trazó un plan de futuro que Pedro Sánchez rechazó para volver al pasado. «Yo no me siento en un despacho de una sede reformada con dinero negro», le espetó el líder socialista como mejor respuesta. Y vuelta a empezar. «Su voluntad de acabar con la corrupción tiene un límite muy claro: Despeñaperros», siguió Rajoy, ojo por ojo. No hay pacto que valga con un PSOE que planifica un futuro hecho a la medida de sus propias contradicciones. ISABEL PERMUY

  2. «Hay pavo para todos»

    La fiesta nacional de Acción de Gracias, amenazada por un fuerte temporal que obligó a cancelar más de mil vuelos en la costa Este norteamericana, volvió a tener como prólogo la tradicional ceremonia del indulto presidencial a un pavo, estrella pasiva de una jornada que desde el siglo XVII reúne a las familias norteamericanas alrededor de la mesa. Fue «Cheese», bien cebado y procedente de una granja de Ohio, el ave salvada del horno por Barack Obama, que no dejó pasar la expectación del momento para referirse a su política migratoria. El presidente estadounidense cargó contra la mayoría parlamentaria republicana que trata de torpedear, ahora a través del presupuesto, la masiva regularización de inmigrantes que planea su gabinete. Inspirado y jocoso, Obama dijo actuar «dentro de mi autoridad legal para salvar a "Cheese" de un destino terrible y delicioso». «Sé que algunos llamarán a esto amnistía –añadió en referencia a los republicanos que censuran sus decretos–, pero no os preocupéis: hay pavo para todos». En la misma línea, pero más profundo y patriótico, Obama aseguró que «cada uno de nosotros pone sobre la mesa sus propias tradiciones, culturas y recetas, pero todos compartimos este día». «Recibimos –siguió– las aportaciones de toda la gente que llama a Estados Unidos su hogar». REUTERS/Gary Cameron

  3. Otro «trágico error»

    La muerte por disparos de la Policía de un niño de 12 años que jugaba con una pistola simulada en un parque de Cleveland ha echado más leña al fuego racial surgido tras la exculpación del agente que, en la localidad de Ferguson, abatió al joven de color Michael Brown este verano cuando iba desarmado. Esta semana se difundió el vídeo de este nuevo incidente, ocurrido el pasado sábado y que terminó con la vida del pequeño (también afroamericano) Tamir Rice. El niño murió horas después de recibir dos tiros de uno de los agentes que acudieron a atender la llamada de un vecino, que denunció la presencia de «un individuo» empuñando una pistola en plena calle. El arma resultó ser de juguete, pero para entonces ya se habían producido los disparos mortales. El inspector jefe de Cleveland, Ed Tomba, calificó el suceso de «trágico error». Idéntico calificativo utilizó el jefe de la Policía neoyorquina, William Bratton, después de que la pasada semana otro agente blanco matase a tiros a Akai Gurling –negro e inerme, pero viejo conocido de todas las comisarías de la ciudad– en un complejo de viviendas de Brooklyn. La acumulación de este tipo de casos ha llenado las calles de protestas, lo que ha obligado a los gobernadores de algunos estados a movilizar a la Guardia Nacional. EFE/Policía de Cleveland

  4. Calma a la fuerza

    Mientras 2.200 efectivos de la Guardia Nacional acudían a reforzar a la Policía de Ferguson, Darren Wilson, el agente blanco que en agosto mató a tiros al joven negro Michael Brown, concedía su primera entrevista después de que el jurado decidiera no imputarlo. Tiene la conciencia tranquila, dice sobre las circunstancias de la muerte que alimentó días y días de disturbios en Ferguson. Sobre aquel instante de sus disparos recuerda lo siguiente: «En ese momento me pregunté: ¿puedo matar a este chico?, legalmente, ¿puedo? Y me respondí: tengo que hacerlo, de no hacerlo me matará si me alcanza». Los testigos desmintieron la amenaza y aseguraron que Brown tenía los brazos en alto. Era la primera vez que Wilson disparaba en diez años de servicio. Sus explicaciones sobre la muerte del joven desarmado no han tenido efecto tranquilizador alguno entre quienes han tomado una exculpación que ven injusta como motivo para reanudar sus protestas. No hay posibilidad de reparación. Por la presencia de soldados y policías, la violencia en Ferguson fue la noche del martes menor que la del lunes, pese a lo cual se registraron 44 detenciones (fueron 61 la noche anterior). Pero el descontento no quedó confinado al suburbio de San Luis. Miles de personas se manifestaron en ciudades como Nueva York, Boston, Washington, Detroit, Nueva Orleans, Atlanta y Los Ángeles. La sensación de un trasfondo racista en el caso recorre EE.UU. y ni siquiera Obama ha conseguido desactivarla. AFP PHOTO/Jewel Samad

  5. La Justicia cerca a «los Romanones»

    El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Granada, Antonio Moreno, decretó esta semana prisión eludible con una fianza de 10.000 euros para uno de los sacerdotes implicados en los presuntos abusos sexuales a al menos dos menores. Los otros tres detenidos (dos curas y un profesor de Religión) quedaron en libertad con cargos, acusados como el primero por delitos «contra la libertad e indemnidad sexual», según fuentes judiciales. El magistrado adoptó la decisión después de que prestaran declaración. El último en hacerlo fue precisamente Román M. V. C., que da nombre al clan «los Romanones», el oscuro grupo, con trazas de secta, en el que guarecían sus "actividades": captaban a los menores como monaguillos, los convencían para que se distanciasen de sus familias y les adoctrinaban para que no considerasen el sexo como un pecado. Además, disponían de una red de pisos (aparte de la casa parroquial granadina) producto de la herencia de una farmacéutica de la localidad granadina de Órgiva. Alguno de estos inmuebles fue utilizado, supuestamente, para cometer los abusos que denunció un joven, por carta, al Papa Francisco y que sirvió para que el caso saliera a la luz. Esta semana aparecieron pintadas de «pedófilos» y «sucios pederastas» en la parroquia de San Juan María Vianney, donde oficiaba el padre Román. EFE/Pepe Torres

  6. Festín en el Calderon

    El Atlético de Madrid tenía esta semana en su estadio una cita decisiva para su clasificación a la siguiente fase de la Champions. Le visitaba el Olympiacos entrenado por Míchel y necesitaba una victoria para afianzarse en la primera posición de su grupo y encarar así con mayor tranquilidad la última jornada en Turín contra la Juve. Un empate bastaría a los de Simeone para mantener esa primera posición. Con este panorama, el Atlético se encendió y coronó a su goleador, el croata Mario Mario Mandzukic, que anotó un triplete en la abultada victoria de su equipo contra el conjunto griego (4-0). Trabajo cumplido.

    Mientras, el Real Madrid, con su primer puesto ya garantizado se presentó en Basilea con cierta pachorra. Sin apretar demasiado se puso por delante con un gol de Cristiano (otro), después de una deslumbrante jugada de Karim Benzema. Eso fue casi todo, en una victoria con la que Carlo Ancelotti iguala, con 15, el récord histórico de victorias seguidas del Madrid. Poco más dejó la noche suiza (0-1). EFE/JuanJo Martín

  7. Cadáveres en el pozo familiar

    En el Día Internacional contra la Violencia de Género, finalmente hubo que mirar dentro de un pozo abierto en una finca de un pueblo de Zamora. Allí, en el fondo, estaban los cadáveres de Adolfina Puello, de 32 años, y de su hija Argelys, de nueve. Estaban desaparecidas desde el 29 de junio, día en que la niña iba a regresar a la República Dominicana para vivir con su abuela materna. La madre quería alejarla así de la violencia de su novio, Raúl Álvarez. Pero no tuvo tiempo de salvarla. Al día siguiente del previsto para el viaje, la abuela paterna, que vive en Madrid, puso una denuncia por la desaparición y señaló al novio como sospechoso. En los últimos meses ya lo había denunciado en dos ocasiones por malos tratos a su nuera, justo después de lo que le había contado su nieta. Por Raúl Álvarez comenzó la Policía a investigar, hasta que lo detuvo este domingo.

    En un primer momento, admitió haberlas matado, y contó que después había arrojado los cuerpos a una alcantarilla de un parque de la Dehesa de la Villa, en Madrid. Allí se las buscó el lunes. Sin resultado. Pero la Policía también sabía –a través de los datos de posicionamiento de su móvil– que dos días después de la desaparición de la mujer y su hija, el sospechoso había estado en la localidad zamorana de San Vicente de la Cabeza, donde sus padres tienen una finca con un pozo. El mismo pozo en el que ayer se encontraron sus restos. Dos víctimas más por violencia de género. EFE/Mariam A. Montesinos

  8. Riada al borde del desierto

    Como surcos en la arena, los ríos del sur de Marruecos suelen estar secos durante gran parte del año. En el mejor de los casos, solo se llenan en la época de lluvias, pero no es habitual que discurran con la violencia que en los últimos días ha provocado la muerte de más de treinta personas en la zona. Las carreteras nacionales que unen Marrakech con las ciudades de Fez o Uarzazate seguían a principios de semana cortadas por unas riadas que, además de borrar del mapa numerosas vías de comunicación, se han llevado por delante puentes y viviendas. Con veinticuatro víctimas mortales, la provincia de Guelmim –en el sureste del país, muy cerca de la frontera argelina– ha sido la más castigada por las lluvias torrenciales. El Gobierno ofreció su ayuda a Marruecos para participar en las tareas de rescate de los equipos de salvamento, que desde el pasado fin de semana han logrado poner a salvo a más de doscientas personas, que habían sido arrastradas por las aguas o que se encontraban sitiadas por los ríos desbordados. En el borde del desierto, donde el agua es un regalo del cielo, la lluvia puede llegar a ser un infierno. AFP PHOTO / STR

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