Dimite el exalcalde madrileño que se lucró con ropa para pobres

Carlos Alberto Estrada, exalcalde del municipio de Moraleja de Enmedio, ha dimitido de su cargo en la oposición municipal. Esta decisión llega después de salir a la luz que intervino en una trama que intentaba beneficiarse con la venta de ropa donada para los más necesitados.

El exalcalde se lucraba de un negocio que consistía en la compra-venta de la ropa de los contenedores. Tras trascender esta información, ha optado por comunicar su decisión por medio de una carta publicada en su perfil en Facebook..

«Episodios desagradables asociados de forma directa, indirecta o por rencor malinterpretado de algunos, a mi persona», se podía leer en las misivas.

La sombra de la Púnica

Estrada dimitió de su puesto de alcalde tras ser imputado en el caso Púnica por cinco delitos, entre ellos malversación de caudales públicos y tráfico de influencias.

En dicha carta, explica que es una decisión que ha tomado sin que intervengan «terceras personas» y tras solicitar antes la baja temporal en el PP hasta que «se esclarezcan los hechos que se están investigando», en referencia a la Operación Púnica.

«Como consecuencia, dejaré la Presidencia del PP de Moraleja de Enmedio al igual que mi cargo como concejal del Grupo Municipal Popular, renunciando a mi acta, puesto que no tengo intención de pasar al Grupo Mixto», explica en la misiva. Una decisión que define como «una de las más difíciles de su vida».

«Mi única intención (con la renuncia) es desvincular a nuestro pueblo, por lo que tanto hemos trabajado, de las acusaciones vertidas sobre mí hasta que, como ya dije en su día, la Justicia se ocupe de poner a cada cual en el lugar que merece», relata.

Conciencia tranquila

Alberto Estrada exime a sus compañeros del PP y que se va «con la conciencia tranquila» y con la «seguridad» de que el resto de compañeros del grupo continuarán con la labor de oposición.

«Soy consciente de que mi decisión hará correr ríos de tinta, dimes y diretes, y un sinfín de opiniones positivas, negativas, constructivas y, por supuesto, destructivas. No importan porque al final todo saldrá bien y si no sale, es que no es el final», concluye.