El rostro infantil de Bruno. El sospechoso fue buscado por su madre en «¿Quién sabe dónde»
El rostro infantil de Bruno. El sospechoso fue buscado por su madre en «¿Quién sabe dónde» - ABC

Los líos familiares de Bruno, el presunto descuartizador de Majadahonda

Estupor entre los familiares del detenido y de su tía desaparecida, enfrentados en la rama paterna por una herencia que les distanció

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Bruno Hernández nació en julio de 1983 en la localidad lucense de Sarria. Hoy, en Samos, en la misma provincia, sigue residiendo su abuelo materno. Se enteró de la terrible noticia por los medios de comunicación. Aún conmocionado, reconoce que no ve a su nieto desde que cumplió los 2 años, es decir, desde hace tres décadas, cuando el pequeño se trasladó con sus padres a Madrid. La relación con esa parte de su familia es inexistente. La hija del anciano gallego, Yolanda Vega, apareció en 1995 en el programa «¿Quién sabe dónde?», conducido por Paco Lobatón. Ya divorciada de su marido y padre de Bruno buscaba a su hijo, entonces de apenas 12 años.

Aquello, más que en una anécdota, se ha convertido en una metáfora de la desunión familiar.

Porque el trato entre la rama paterna tampoco parece muy cercano. Buena parte de los cuatro hermanos de Lidia, tía de Bruno, y también desaparecida, residen en Tordillos (Salamanca), donde se les conoce como «Los Pícaros». Dicen que las desavenencias comenzaron a raíz del reparto de la herencia de sus padres. Uno de los integrantes de la familia reconoce que «hace cinco años» que no ve a Lidia: «La última vez fue en el entierro de su hijo –que se suicidó, a decir de los vecinos–, en Madrid».

Las fechas coinciden. Poco después, en 2011 probablemente, Lidia se esfumó. Y la Guardia Civil cree que detrás de esa misteriosa desaparición también están Bruno y uno de sus brotes violentos tras no tomar la medicación por su esquizofrenia. Toda esta intrahistoria de desencuentros vendría a explicar por qué nadie en todo este tiempo, casi un lustro, ha mostrado la menor inquietud por el paradero de la mujer. Aún nadie ha denunciado la desaparición, pese a las informaciones relativas al caso. Algo que sí hizo la familia de la otra víctima, Adriana, pese a vivir en la otra esquina del mundo, en Argentina, tras no contestar a sus llamadas.

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