La laguna de origen glacial de Peñalara
La laguna de origen glacial de Peñalara - wikimedia

La laguna de Peñalara, un laboratorio natural contra el cambio climático

Para extraer muestras el equipo científico utiliza una broca del tamaño de una persona y un trípode que viene de la Antártida

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Un equipo de científicos transportan colina arriba con una broca del tamaño de una persona y un trípode gigante con un taladro que viene de la Antártida. Su objetivo es la laguna helada de origen glaciar situada en el fondo del circo de Peñalara, en el corazón del Parque Nacional de Guadarrama, a 2017 metros de altitud. Con estos artilugios, que se colocan sobre la cubierta de hielo, pretenden extraer testigos de sedimento de casi dos metros de longitud que aportan datos sobre el cambio climático en los últimos 20.000 años. La Comunidad de Madrid mantiene el programa de investigación PALEO-NAO que lo convierte en un auténtico laboratorio de investigación y un observatorio natural del cambio global.

Estos trabajos de investigación limnológica se iniciaron hace más de 20 años con la creación del Parque Natural de Peñalara con el fin de mejorar el estado en el que se encontraba la laguna.

Sin embargo, también se percataron de la inmensa base de datos que alberga este antiguo glaciar. El muestreo permite obtener información detallada y precisa del estado de los humedales de montaña del Parque.

La secuencia histórica de datos que aportan los restos almacenados proporcionan una valiosa información sobre cómo varía el clima en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y en todo el mundo.

En el sedimento quedan registradas las condiciones ecológicas que se daban en el momento en que se depositó. También se toman muestras de los microorganismos y algas. Las señales físicas, químicas o biológicas que éstos dejan precisan la composición y magnetismo de los minerales, la cantidad de nutrientes y materia orgánica, o la presencia de restos de polen, algas microscópicas e invertebrados acuáticos.

Las muestras de sedimento sacadas se datan con carbono 14 para conocer la edad en la que se depositó cada una de las capas del sedimento. De esta manera también se pone fecha a cada uno de los cambios que se observan. La concentración de oxígeno disuelto, el pH y las muestras de microorganismos que habitaban en la laguna son algunas de las variables que se analizan.

Según ha informado el Gobierno regional en un comunicado, personal del Parque colabora en este proyecto, junto con diversos centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), diferentes universidades españolas y portuguesas, y el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX).

De nuevo este año un grupo de científicos del Parque Nacional ha llevado a cabo muestreos en la Laguna Grande de Peñalara mientras está completamente helada para poder extraer testigos de sedimento. La recogida de vestigios se realiza en invierno porque las bajas temperaturas permiten que se forme una capa de hielo lo suficientemente gruesa –en determinadas épocas supera un metro de espesor– como para soportar el peso del material y del equipo de investigadores.

Más de cien proyectos de investigación

La Laguna Grande de Peñalara es un humedal incluido de importancia internacional, incluido en el lista dle convenio Ramsar. Es, además, hogar y laboratorio de anfibios. El proyecto de PALEO-NAO, es uno del centenar de estudios de investigación que pilota la Comunidad de Madrid y que versan sobre los anfibios, el agua y el caudal del arroyo de Peñalara.

La Comunidad ha autorizado el inicio de más de 60 proyectos de investigación en la vertiente madrileña de la sierra de Guadarrama. El propio parque cuenta con un Centro de investigación, seguimiento y evaluación que colabora de forma sostenida con instituciones y centros de investigación a través de más de 50 proyectos.

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