La curiosa historia de la «Alegoría de la Villa» de Goya

Hubo que cambiarse varias veces el cuadro, al aparecer en él primero José Bonaparte, y luego Fernando VII

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Francisco de Goya pintó esta «Alegoría de la Villa de Madrid» en el año 1809. Es un óleo sobre lienzo pintado cuando la capital estaba ocupada por los franceses. En él aparece una alegoría de la ciudad: una mujer de armoniosas proporciones, tocada con corona y vistiendo túnica blanca, apoyada sobre el escudo de Madrid y señalando con la mano un óvalo donde, en un primer momento, el artista pintó la cara del rey francés, José Bonaparte.

Pero ese óvalo tuvo que cambiar varias veces su contenido, para ir adaptándose a las circunstancias históricas. Así, cuenta la Fundación Goya en Aragón, cuando tras la victoria de Wellington en la batalla de Arapiles José I abandonó la ciudad, el Ayuntamiento encargó a Goya retirar el rostro del francés y poner en su lugar la palabra «Constitución».

Pero el rey francés regresó, y el discípulo de Goya Felipe Abas tuvo que retirar el arreglo y recuperar la cara de José I. No quedó aquí el «baile» del cuadro: los franceses perdieron definitivamente la guerra, y en 1813 otro discípulo reescribió el «Constitución».

Entonces, regresó a España Fernando VII, y su cara sustituyó a la llamada a la Carta Magna en el cuadro. Con Goya ya en Burdeos, hubo aún otro cambio: Vicente López rehizo el retrato real. A la muerte del monarca, el Ayuntamiento pidió cubrir la efigie real por la inscripción «Libro de la Constitución», y en 1872 se sustituyó definitivamente por el lema «Dos de mayo», que aún hoy se ve.

El cuadro original está actualmente en el Museo de la Historia de Madrid. Existe una réplica en el salón Goya de la Casa de la Villa.

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