Lidia García, con el décimo premiado
Lidia García, con el décimo premiado - Twitter
Lotería de Navidad

«Con el Gordo nos dimos el placer de cancelar las deudas y tener nuestra casa»

Unas buenas vacaciones, una casa sin hipoteca o un coche nuevo: así han gastado el dinero los premiados en la Lotería del año pasado

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Sesenta y cuatro millones de euros cayeron en el Museo de Cera de Madrid en el Sorteo de la Lotería de Navidad. Sesenta y cuatro millones que se repartieron entre sus 32 trabajadores gracias al número 13.437. «Nos dimos el placer de cancelar deudas y tener nuestra casa», cuenta un año después Lidia García. El décimo era de su padre, que como cada año lo había comprado en su trabajo, el Museo, para compartirlo con su familia de cuatro miembros. Y ese 2014 por fin tocó.

Tras vivir el «sueño» de conseguir el Gordo, la familia decidió acabar con sus deudas e hipotecas, comprarse coches nuevos y darse unas buenas vacaciones: fueron a Marina D’Or y a Venezuela. «Ahora tenemos lo necesario para seguir sin esfuerzo», cuenta Lidia.

Eso sí, ninguno de ellos ha dejado su trabajo, por lo que este año volverán a repetir el ritual: el de comprar cada uno un décimo en su empresa y jugarlo en familia. «Supongo que este 2015 será lo mismo, aunque con diferentes números. La verdad es que ganar fue un sueño hecho realidad».

Un sueño que para la mayoría de los españoles no incluye grandes lujos, sino que se destina a tapar agujeros, pagar la hipoteca, ayudar a hijos y nietos, hacer algún viaje y renovar el coche. Aunque puede que a alguno se le vaya la mano con los caprichos: la delegación española de la Asociación Europea de Asesoría y Planificación Financiera-Patrimonial afirma que, según las estadísticas que manejan, tres cuartas partes de los ganadores de la Lotería tienen menos dinero cinco años después de ganar un premio.

«Desde luego, por aquí han aumentado mucho los coches nuevos», confirma Francisco Neira, el titular de la Administración de El Bosque (Cádiz), que el año pasado repartió 80 millones en un pueblo de poco más de 2.000 habitantes. Este año repartirán el mismo número que en el Sorteo de la Lotería de Navidad del año pasado le hizo salir corriendo y temblar de la emoción durante todo el día.

En el restaurante El Duque, de la misma localidad, bien lo saben. Un millón doscientos mil euros tocaron entre sus paredes con los tres décimos premiados que tenían en su poder: los empleados habían comprado un par de boletos con el dinero de las propinas, mientras que las cocineras llevaban otro aparte.

Salvo una de ellas —que decidió abrir su propio negocio—, un año después todos siguen trabajando en el restaurante, cuenta su dueño Gabriel. Aunque, eso sí, la mayoría de ellos tiene hoy un coche nuevo.

Este 2015, para la Lotería de Navidad, les hubiera gustado jugar el mismo número, comprando la serie entera, pero han tenido que elegir otro ya que había una buena parte vendida. «Vienen muchos a comprar un décimo, a ver cómo quedó el restaurante», dice Gabriel, aunque reconoce que no ha hecho cambios en su negocio. «Lo único que hice con el dinero fue quitarme un pico de 90.000 euros que me quedaban de hipoteca».

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