Un juzgado suspende actos proetarras programados por Bildu en Oñate

Nuevo golpe a Bildu en su afán por convertir las fiestas patronales en escenario de actos proetarras. El juzgado de lo contencioso-administrativo número 1 de San Sebastián ha decretado la suspensión cautelar de tres actos a favor de los presos de ETA incluidos en el programa de fiestas de Oñate (Guipúzcoa), donde gobierna la «izquierda abertzale», a raíz de la presentación ayer de un recurso por parte de la Abogacía del Estado, a petición de la Delegación del Gobierno en el País Vasco.

El primero de esos actos iba a tener lugar hoy mismo, a las 14.00 horas: una comida con bertsolaris, en la plaza del mercado, bajo el lema «Presos vascos a los frontones vascos». El siguiente estaba fijado para el 2 de octubre, a las 19.30 horas, con una concentración en dicha plaza «a favor de los derechos de los huidos y presos políticos vascos».

Mismo lema que impera en otro acto, programado para el día siguiente, 3 de octubre, a las 19.00 horas, coincidiendo con el Día del Pueblo.

Urquijo denunciaba este martes que dichos actos constituyen una vulneración del principio de objetividad que el artículo 103 de la Constitución Española exige a las Administraciones Públicas así como del art. 6 de la Ley 7/1985, reguladora de las Bases de Régimen Local. Asimismo, son contrarios a los señalado en la Ley 29/2011, de Reconocimiento y Protección Integral a las Víctimas del Terrorismo y a lo indicado en la Ley del Parlamento Vasco 4/2008, pudiendo vulnerar, entre otros, el artículo 578 del Código penal.

Para el delegado del Gobierno, «la realidad de este verano y la sucesión de actuaciones de los dirigentes del brazo político de ETA es tozuda y comprobamos que las palabras no se compadecen con los hechos. Lo hemos visto con su reacción la detención de la cúpula de la banda y lo sentimos en cada acto de ofensa a las víctimas del terrorismo que organizan sus alcaldes. Bildu sigue siendo un lobo aunque se vista con piel de cordero».

Actos de la misma naturaleza, también orquestados por Bildu al abrigo de fiestas patronales durante el pasado verano, se encontraron con la respuesta de la delegación del Gobierno y fueron suspendidos en Bermeo, donde se habían programado varias actividades a favor de presos de ETA; Ibarra, donde familiares y amigos de presos se iban a encargar del chupinazo; y Villaro, donde se iba a organizar una chocolatada a favor de los reclusos de la banda.