Un caserío de Navarra producirá energía con los excrementos de sus habitantes

Mediante un sistema preparado para ser autogestionado con cuatro caballos y ocho personas que ocuparán la vivienda

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Un caserío de Oskotz, en el valle de Ultzama, utilizará los excrementos de sus habitantes para abastecerse de energía mediante un sistema preparado para ser autogestionado con cuatro caballos y ocho personas que ocuparán la vivienda, el primer proyecto del mundo de estas características.

Se trata de un proyecto piloto que requiere una inversión de 540.000 euros, en la que se incluye la compra del terreno y la construcción de la vivienda. Los promotores son Meghan Sapp, gerente de la ingeniería Planet Energy, una empresa que diseña y construye «Comunidades Energéticas», y su marido.

La idea es que el proyecto este listo para la próxima primavera y entonces, según afirman en un comunicado, su casa será una «isla energética, sin necesidad de estar conectada a la red», y con gran parte de la energía necesaria para abastecer el complejo generada a partir de los excrementos de sus habitantes.

La pareja sostiene que toda la energía necesaria se generará mediante procesos renovables: la electricidad mediante módulos solares fotovoltaicos ayudados de un minigenerador eólico, y el gas para la calefacción por suelo radiante, el agua caliente sanitaria y las cocinas a partir de residuos fecales que se transformarán en biogás mediante metanización

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