Foto de familia de los asistentes al acto de la mesa
Foto de familia de los asistentes al acto de la mesa - Miguel muñiz

El PP se adhiere a un acto promovido por la Mesa que critica su política lingüística

PSdeG y Podemos aprovecharon el acto para cargar contra la gestión del gallego del gobierno de Núñez Feijóo

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La Mesa pola Normalización Lingüística actuó este jueves como promotora de un acto que tenía como meta la firma de una «declaración de unidad» en favor de la lengua gallega. Al evento, localizado a los pies del monumento a Rosalía de Castro en Santiago, asistieron representantes de todas las formaciones de tinte nacionalista, además de la secretaria de organización del PSdeG, Pilar Cancela, y del portavoz de Podemos en Galicia, Breogán Riobó. El plantel se completó a última hora, y de manera inesperada, con la presencia del portavoz popular de Educación en el Parlamento, Agustín Baamonde.

El texto que los participantes en el acto sellaron aboga por «abrir una nueva etapa de normalidad para la lengua gallega con la implicación de todos los sectores».

También apela expresamente a la Declaración Universal de los Derechos Lingüísticos promovida en 1996 por la Unesco, el mismo documento al que la Mesa y su portavoz Marcos Maceirase agarraron en diciembre del pasado año para anunciar una denuncia contra la Xunta por «la vulneración de los derechos lingüísticos en Galicia», criticando «el incumplimiento escandaloso de los acuerdos y tratados internacionales». Durante la rueda de discursos que precedieron a la firma de la declaración, las críticas al estado del gallego fueron notables por parte de organizaciones como EU o Coalición Galega, cuyo vocal tachó de «yihadistas que dinamitan monumentos» a aquellos que «quieren destruir nuestra lengua». Menos beligerantes en sus intervenciones, Maceira y Rafael Cuiña, portavoz de CXG, aludieron a la «unidad de todas las formaciones en la normalización del gallego», saludando «el esfuerzo de todos los partidos por formar parte de esta declaración conjunta».

Discursos politizados

En un tono más politizado y partidista, la número dos de los socialistas gallegos aprovechó para cargar contra la gestión del Gobierno gallego en materia lingüística. Antes de rubricar la declaración conjunta, Cancela se remontó al período bipartito para afirmar que «cuando se hacen programas de gobierno son los presupuestos los que determinan si esa voluntad es real, y esos presupuestos a favor de la lengua pasaron en 2009 de 21,5 millones a escasos 6,7». En la misma línea, el portavoz de Podemos afeó la gestión «del gobierno gallego de los últimos seis años, abrió la caja de los truenos para burlarse de nuestra lengua, algo que la ONU y la Unesco nos recuerdan». En su turno de palabra, Baamonde aclaró que la defensa de la lengua gallega «le corresponde a todos los partidos, porque todos sin excepción tenemos la máxima responsabilidad». El popular también se refirió a la necesidad de marcar «un momento diferente» en un escenario que exige «nuevos planteamientos con el consenso de todos»

Es un texto razonable

El principal blanco de las iras de la Mesa pola Normalización Lingüística durante los últimos años ha estado puesto en la figura del presidente de la Xunta. De hecho, pocos meses después de que Feijóo tomase posesión de su cargo en 2009, el entonces portavoz de la organización, Carlos Callón, le acusó de querer «desmontar la oficialidad del gallego». Pero eso solo fue la punta del iceberg de las descalificaciones a la política lingüística del PP, que tachó de «lingüicida» o «descarnadamente agresiva».

Ante la extrañeza de la adhesión al acto de ayer, Feijóo defendió la presencia de un miembro de su partido con el argumento de que «el texto es razonable y nos vemos identificados en él». En el mismo sentido, el líder popular argumentó que «el PP es el partido que representa a la mayoría de los gallegos y a la mayor parte de gallegohablantes, por lo que hacemos lo que creemos que mejor defiende sus intereses».

Desde el PP distinguieron entre la adhesión al manifiesto —«en su literalidad no hay nada que vaya contra el Plan de Normalización de Fraga o las políticas de la Xunta»— con el seguidismo a las posturas de la Mesa: «no estamos ni en la imposición, ni en la inmersión forzosa ni en el adoctrinamiento», aclaró a ABC un portavoz del partido. «Preferimos contribuir a que el debate lingüístico siga apartado de la actualidad política», añadió.

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