El BNG recreó de un parlamento paralelo para «otorgar la palabra al pueblo»
El BNG recreó de un parlamento paralelo para «otorgar la palabra al pueblo» - miguel muñiz

El BNG monta un paripé en la calle para suplantar al verdadero Parlamento

Los nacionalistas se rodean de grupos afines y celebran un pleno paralelo en los jardines de la Cámara autonómica para deslegitimar a los otros diputados

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Los diputados del Bloque Nacionalista Galego ocuparon ayer la compostelana plaza de la Constitución para «escenificar» la recreación de un parlamento paralelo que «otorgue la palabra al pueblo». La iniciativa nacionalista contó con el apoyo entusiasta de la dirección del «frente» y se conformó con representantes seleccionados por la dirección entre diferentes colectivos sociales. La dinámica de la asamblea constituyente funcionó bajo el régimen de una carta otorgada, pues la dirección del Bloque se encargó de seleccionar a los colectivos representados, a los intervinientes y de asignar los tiempos y el modo de intervención. En la puesta en escena no faltó detalle. Se reemplazaron los símbolos de la Comunidad por una bandera gallega con una estrella de cinco puntas en el medio y se nombró como presidenta a la diputada orensana, Tareixa Paz.

Tras la lectura de la comunicación oficial por parte del portavoz parlamentario, Francisco Jorquera, se sucedieron las puestas en común por parte de distintos colectivos. Entre los asistentes, estaban liberados sindicales y portavoces de organizaciones de la órbita nacionalista.

Por si hubiera alguna duda, Jorquera recordó a los miembros de la asamblea que el «Parlamento es del pueblo gallego» y esbozó los principios que regirán en la nueva cámara. Según su diagnóstico, «vivimos una involución democrática y social y quieren amordazar al pueblo». Con la intención de liberarse de esas teóricas ataduras impuestas por la mayoría, los nacionalistas decidieron erigirse en constituyentes y negar legitimidad a la representación de O Hórreo. La rebelión cívica promovida desde el nacionalismo se basa en argumentos de distinta naturaleza como «las multas y los informes contra las personas que protestan y la conversión del Parlamento en un apéndice útil del gobierno». En la nueva realidad recreada, la libertad de expresión estaba garantizada por la parlamentaria Paz, que glosó las intervenciones de los participantes, y las votaciones se substituyeron por los aplausos unánimes.

Entre los participantes había colectivos de afectados por las participaciones preferentes, representantes del sector de la pesca, profesores o presidentes de comunidades de montes. Sin embargo, el BNG no explicó la forma en la que fueron elegidos los representantes de los diferentes colectivos. Además, y al margen de la legitimidad de las pretensiones expuestas, las reivindicaciones estaban plagadas de reproches contra la acción del Gobierno o la actuación de los partidos mayoritarios. La estética y la composición por la unanimidad de los planteamientos recuerda a las cámaras compuestas por un solo partido.

La sesión comenzó a las 10 de la mañana y se prolongó hasta pasadas las dos de la tarde. Todas las propuestas fueron aprobadas por asentimiento y a medida que avanzaban las horas se iban produciendo reemplazos en la grada. También se acercó la diputada del Mixto, Carmen Iglesias, que se solidarizó con las demandas de los presentes en la asamblea paralela.

«Cada vez más solos»

Mientras tanto, en O Hórreo se sucedía el pleno ordinario con los escaños nacionalistas vacíos para sorpresa de algunos parlamentarios. Ante esta circunstancia, los grupos políticos manifestaron su discrepancia. El grupo popular, a través de una nota, aseguró que «si siguen sin respetar la voluntad del pueblo gallego lograrán quedarse solos, porque cada vez menos gallegos comparten su particular concepto de democracia». Fuentes de Alternativa Galega de Esquerda (AGE) calificaron la puesta en escena como «la apertura de una oficina electoral», aunque públicamente aseguran respetar su decisión. Finalmente el PSdeG-PSOE niega limitaciones de los derechos de los parlamentarios y apuesta por una reforma del Reglamento.

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