La cochera en la que apareció el «Códice Calixtino», en julio de 2012
La cochera en la que apareció el «Códice Calixtino», en julio de 2012 - efe

El juicio por el robo del «Códice» arrancará el 1 de diciembre y durará veinte días

Por la sala desfilarán los tres imputados y más de 60 testigos

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Casi dos años y medio después de que el hallazgo del «Códice Calixtino» en un garaje de Milladoiro convirtiese a Manuel Castiñeiras en el electricista más mediático de Galicia, la Audiencia Provincial de La Coruña marcaba finalmente fecha para el inicio del esperado juicio. El proceso en el que se dirimirán responsabilidades por el robo del histórico documento (también tenía facsímiles, monedas antiguas, libros e incluso bandejas de plata) arrancará en un salón de bodas de los juzgados de Santiago de Compostela el próximo 1 de diciembre y se dilatará durante los siguientes veinte días.

Por la sala habilitada para acoger el proceso desfilarán más de 60 testigos, entre los que se cuentan varios miembros de la curia compostelana, como el actual deán de la Catedral y su predecesor en el cargo y algunos miembros del Cabildo.

Sentados frente a ellos estarán Manuel Castiñeiras, su esposa y su hijo. Una familia señalada que deberá dar cuenta ante el juez de las circunstancias en las que se produjo la sustracción del Códice, un ejemplar único del siglo XII que estuvo cerca de un año envuelto en una bolsa de basura, escondido en una cochera cercana a la capital gallega entre cartones y cajas de ladrillos.

El autor confeso del robo, un electricista que se encargó de las labores de mantenimiento de la Catedral de Santiago durante veinticinco años, se enfrenta a quince años de prisión y a una multa de 300.000 euros. Los delitos que se le achacan van desde el blanqueo de capitales hasta el robo continuado con fuerza. Junto a Castiñeiras estarán sentados en el banquillo su esposa y el hijo de ambos, también imputados en la causa.

El Ministerio Fiscal pide para ellos un año y medio de cárcel y una multa de 300.000 euros por la acusación de blanqueo. Alternativamente, podrían ser condenados a seis meses de cárcel si finalmente son considerados culpables de un delito de receptación. En el apartado de responsabilidad civil, la Fiscalía solicita que el principal acusado indemnice a la Catedral compostelana con dos millones de euros.

Un habitual del templo

El arranque del juicio por el robo del «Códice» enfilará el último tramo de una investigación que nació en julio de 2011 cuando el deán denunció ante la Policía el robo de una de las guías de viajes más valiosas de las que se conservan. Situada en una caja fuerte que a su vez se encontraba ubicada en una sala del claustro a la que estaba vetado el acceso al personal externo al templo, las pesquisas no tardaron en centrarse en quienes recorrían los pasillos de la Catedral con total libertad. Entre ellos estaba Manuel Castiñeiras, un sexagenario que destacaba por su religiosidad y que cada día acudía a misa al templo compostelano. Un espacio por el que durante años circuló a sus anchas y del que llegó a tener juegos de llaves completos.

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