El negocio de tener un jugador asiático

Park Ji-Sung llegó en junio de 2005 a Old Traffor. El Manchester United compró al futbolista surcoreano, en tonces en el PSV Eindhoven, por cuatro millones de euros. Nunca antes un jugador de Corea había jugado en la Premier League. Por entonce, Peter Draper, actual director de mercadotecnia del Valencia, velaba por los intereses comerciales y de marketing del United.

«En Manchester nunca me dieron dinero, sino que yo era quien debía ir a buscarlo en el terreno de la mercadotecnia. Pero cuando llegó Park Ji-Sung, hubo muchas empresas asiáticas que vinieron a cerrar tratos con nosotros», confesó el ejecutivo en un reciente encuentro con la prensa valenciana.

¿Significa esto que el Valencia debe firmar sí o sí a un jugador procedente de Asia? Draper aclaró que «lo más importante es que lleguen buenos futbolistas para que el equipo sea más competitivo.

Nunca debes comprometer el equipo a este tipo de situaciones. Los jugadores que lleguen tienen que ser de calidad».

Pero Draper no deja de ver la oportunidad en cualquier tipo de operación y en ocasiones puede conjugarse el rendimiento deportivo óptimo con el escenario del marketing: «Si de verdad consigues un buen futbolista asiático, tienes allí el cielo». El ejecutivo recordó que cuando firmaron a Park en Corea y muchos otros puntos de Asia se seguía al United.

Cuestionado por la posibilidad de explotar comercialmente el hecho de que el argelino Sofiane Feghouli, el mejor jugador de su país, milite en el Valencia, el británico reflexionó que «Feghouli es un gran jugador, pero no hay grandes multinacionales en su país» con las que poder cerrar este tipo de acuerdos.