Enric Morera saluda a su familia tras ser elegido ayer presidente de las Cortes
Enric Morera saluda a su familia tras ser elegido ayer presidente de las Cortes - rober solsona
política

Compromís asume el control de las Cortes con Morera como presidente

El PP no participó de la votación al denunciar que la institución es víctima de un «cambio de cromos»

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El «reinado» del socialista Francesc Colomer al frente de las Cortes finalizó ayer de forma oficial. Su estancia en la Presidencia de la Cámara autonómica fue «breve y confusa» tal y como un día antes explicó la portavoz adjunta del grupo popular, María José Catalá. Breve, sin duda, porque ha sido el que menos tiempo ha estado de todos los presidentes de las Cortes con apenas veinte días.

Le sigue en brevedad, nada comparable, Alejandro Font de Mora, quien estuvo al frente de la institución desde el 15 de octubre de 2014 y el 11 de junio de 2015. Ni siquiera el malogrado Vicente González Lizondo superó esta marca, ya que estuvo desde el 20 de junio de 1995 hasta el 23 de diciembre de 1996.

Y «confuso» porque en apenas veinte días ha tenido que lidiar sin mucha fortuna con la polémica adquisición por parte de los diputados de teléfonos móviles y ordenadores que un día se aprobaron, la misma tarde se paralizaron y al día siguiente se intentaba disimular. También lo fue la retirada del ágape de bienvenida a los diputados cuando ya estaba montado y un par de decisiones que no hizo pasar por la Mesa de las Cortes y que generaron estupefacción entre quienes se agarran a la seriedad de las instituciones parlamentarias.

Su sucesor, en virtud del pacto del Botánico del actual tripartito que sustenta al Consell (PSPV, Compromís, Podemos) es el líder del Bloc y artífice de la coalición Compromís, Enric Morera. El décimo presidente de las Cortes Valencianas desde que el 7 de junio de 1983 inaugurara la serie el socialista Antonio García Miralles puede ser la persona más idónea para lidiar con la situación de multipacto gubernamental y parlamentario donde la negociación va a ser la base diaria para sacar adelante la labor legislativa en una legislatura marcadamente ideológica.

Morera es persona de consenso y de conciliar realidades diversas, las mismas que ahora acechan desde la oscuridad el futuro de la coalición Compromís que él ayudó a crear. Su situación al frente de las Cortes es, al menos, un alivio en la difícil situación orgánica después del «ataque» de los cachorros del Bloc que amenazan su supremacía en la organización y que ya quedó en entredicho durante las primarias que decidieron los candidatos de la formación para el 24-M y donde salió perdedor.

En el plano formal Morera contó ayer con los votos esperados, los 55 que aglutinan entre el PSPV (33), los 19 de Compromís y los 13 de Podemos. Desde la tribuna de invitados su mujer y sus hijas asistían al nombramiento con emoción y a ellas dirigió la mirada y el saludo Morera al finalizar el depósito de su voto.

En esa misma votación la impulsora del cortocircuito a Morera que amenaza la estabilidad de Compromís, Mónica Oltra, exhibió que no se ve aún en el papel de vicepresidenta de la Generalitat y regresó a su escaño de Compromís hasta que se percató de que su sitio está ahora con el Consell junto a Ximo Puig. Descolocada.

En blanco tuvo Morera los votos de Ciudadanos, liderados por Carolina Punset, al menos 11, ya que hubo dos abstenciones fruto de un despiste -se entiende-. O quizás fruto de la anárquica estructura que la formación monoteísta de Albert Rivera tiene en la Comunidad y que el 24-M ofreció un sinfín de pactos multicolores que después se intentaron solucionar con una batería de expulsiones.

Y el PP. Ni se movió de los escaños. El grupo que ayer lideró un día más -uno menos hasta el próximo día 22- el expresidente de la Generalitat Alberto Fabra optó por manifestar su protesta sin participar de la votación. Consideran que el tripartito ha supeditado las instituciones al «mercadeo» y el «cambio de cromos» que se ha puesto en evidencia en los albores de esta legislatura, donde los problemas ciudadanos han pasado a un segundo plano en el que figuran demasiado a menudo para la clase política.

Razón no les falta, porque dos presidentes de las Cortes en menos de un mes es difícil de justificar, aunque todo apunta a que la legislatura promete convertirse en un carrusel de novedades si atendemos a la estabilidad de la serie democrática en la Cámara.

Morera, durante su primer discurso como presidente de la Cámara quiso destacar que las Cortes «han de ser siempre un espacio de puertas abiertas, transparente, accesible, sin secretos a la sociedad valenciana». Atisbó que en este mandato «habrá que dar pasos valientes» y pidió alcanzar «un consenso para hacer una Ley Electoral Valenciana capaz de representar mejor la pluralidad que existe en nuestra sociedad».

En el pleno también fue elegida Carmen Martínez, del PSPV, como vicepresidenta primera de la Cámara con 67 votos a favor. La única mujer de la Mesa tampoco fue apoyada por el PP.

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