Puig y Calabuig flanquean a Sánchez en un mitin del PSOE en Valencia
Puig y Calabuig flanquean a Sánchez en un mitin del PSOE en Valencia - ABC
LAS ALIANZAS DESPUÉS DEL 24-m

Puig ofrecerá a Ciudadanos la Alcaldía de Valencia si lo apoyan como presidente

Las malas perspectivas del proyecto socialista de Calabuig lo convierten en «moneda de cambio» para la política de pactos

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El secretario general del PSPV, Ximo Puig, avanza en la estrategia del diseño de la política de pactos posterior a la celebración de las elecciones del próximo día 24, para la que tiene «absoluta libertad» de la dirección federal del partido.

El discurso público de Puig se centra en asegurar que «luchamos para ser la fuerza más votada» pero la realidad es que cada vez más juega al posibilismo –que, según la definición de la Real Academia Española, en su primera acepción, es la «tendencia a aprovechar para la realización de determinados fines o ideales, las posibilidades existentes en doctrinas, instituciones, circunstancias, etc., aunque no sean afines a aquellos»–.

Esto es lo que va a aplicar a rajatabla Ximo Puig, quien persigue el fin de ser el próximo presidente de la Generalitat, a costa de llevar a compañeros de viaje alejados en sus postulados.

La apuesta actual pasa porque ese aliado sea el emergente Ciudadanos.

La forma de atraer a la candidata de esta formación en la Comunidad, Carolina Punset, va a ser con un poco habitual «cambio de cromos» pero de primer nivel, ni más ni menos que la ciudad de Valencia. Las malas perspectivas del PSPV en la capital del Turia, con Joan Calabuig a la cabeza, hacen que sea probable que no logre situarse ni siquiera como segunda fuerza.

En ese caso, y si Ciudadanos, como dicen las encuestas, se convierte en la segunda lista más votada después del PP, Ximo Puig brindará el apoyo de los edilos socialistas para aupar a Fernando Giner a la Alcaldía de Valencia. Esto sería posible bien porque la suma de ambos superara los votos del PP (que está muy justo atendiendo a esos sondeos) o porque se registrara la adición al pacto de otras formaciones.

En esta maniobra Compromís sería la opción perjudicada porque su candidato al Ayuntamiento de Valencia, Joan Ribó, no sería el elegido, aunque la coalición siempre apoyaría a Giner antes que a Rita Barberá en el caso de tener que escoger. Ese «sacrificio» público de su compañero Joan Calabuig que ofrecería Puig tendría su contraprestación en las Cortes.

Mejor que con Compromís

El candidato autonómico socialista está más cómodo con impulsar el pacto con Ciudadanos –con el que sumaría más votos que el PP de Alberto Fabra– que uno en el que el líder socialista estuviera a merced de la «pinza» entre Podemos y Compromís, donde los fuertes personalismos de Antonio Montiel y Mónica Oltra podrían dificultar el acuerdo.

El reglamento de la Cámara autonómica establece que si en la primera votación no se obtiene la mayoría absoluta, en la segunda puede ser elegido el candidato que obtenga más votos favorables que en contra.

Puig trabaja con Punset para que en esa segunda votación (ya que en la primera nadie obtendrá la mayoría absoluta) vote en contra de Fabra y fuerce la presentación de otro candidato. En ese marco, Ximo Puig se sometería también a dos votaciones: en la primera no tendría mayoría absoluta pero en la segunda contaría con el apoyo de Ciudadanos y sería elegido porque Compromís y Podemos se abstendrían.

El «plan B» de Puig sería que la suma con el bloque de izquierdas Compromís, Podemos y EU –si entra en el Parlamento– tuviera la mayoría absoluta, aunque en este caso tiene la seguridad de que las exigencias pueden hacer imposible el acuerdo.

Puig explicó ayer, para no cerrarse puertas, que «no satanizamos a nadie para llegar a un gran acuerdo» que saque a la Comunidad de la situación «de emergencia». Solo excluyó al PP porque es «un aliado imposible y es necesaria una alternancia higiénica». Prometió diálogo con «Ciudadanos, Podemos y Compromís» en el reconocimiento público del plan que ya ha activado.

En Ciudadanos, mientras, hay diferentes ópticas sobre este posible acuerdo con el PSPV, aunque Punset es más proclive que otros dirigentes de su formación. La tercera vía no se descarta en Ciudadanos: dejar al PP gobernar en minoría y presentar una moción de censura antes de las elecciones generales. El 24-M marcará el rumbo.

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