El Valencia recupera el buen pulso

Una competición de fondo. Eso es la Liga. Un error por el camino puede recuperarse. Otros, los rivales directos, pueden hacer lo mismo. Dio un paso atrás el Valencia con sendos empates ante Villarreal y Athletic -polémicas aparte- en ese andar a la greña que mantiene con el Atlético y el Sevilla por el escalón de bronce y la clasificación directa para la Champions. Pero madrileños y andaluces pisaron en falso. Y el Valencia aprovechó la oportunidad, además, en día de derbi. Doblegó al Levante siendo mejor. Con la dirección de Parejo y los goles de Alcácer, Feghouli y Negredo para quedarse a un punto de los rojiblancos (66 puntos) y poner tierra de por medio con los de Emery.

El asociacionismo del fútbol que imaginan Parejo y André Gomes es fundamento del Valencia.

Eso y el hecho de tener muy cerquita a un currante como Javi Fuego. El triángulo comenzó a carburar y se resquebrajó la buena presión iniciática del Levante. Ese tempranero empujón no dio para más que Ivanschitz rematase de cabeza saliendo el balón fuera cerca del palo izquierdo de Alves. Luego, los pensadores valencianistas decidieron que el balón era suyo y comenzaron a moverlo por el centro y hacia los costados -más profundo e incisivo el derecho con Feghouli y Cancelo-.

Resonaba todavía la queja valencianista hacia Teixeira Vitienes y el cacareado error en una acción que debió dar fuera de juego de Adúriz, pero que significó el gol del empate del Athletic en San Mamés. La cosa fue que Iglesias Villanueva y su auxiliar invalidaron una diana de Paco Alcácer estando el delantero y quien le asistió -Feghouli- en posición legal. Pero al poco, el argelino habilitó a Parejo y éste, con un centro milimétrico, asistió a Alcácer para adelantar a los locales. En adelante, la superioridad del Valencia con y sin balón fue evidente. Mandaban donde se debe, en el centro del campo. Más allá de la media hora, Orban -en posición ilegal- recibió por la izquierda y centró. Desde atrás engulló Feghouli a los centrales para marcar el 2-0 de cabeza.

Gestión del resultado

Nuno ajustó el guión de su equipo en la reanudación. Los dos tantos de ventaja y la manifiesta comodidad para manejar lo que sucedía en el césped le permitió pensar en gestionar lo que tenía en la mochila. Alcaraz debía mover ficha. Probar algo. Y en clave ofensiva. La situación clasificatoria, en ese continuo flirteo con la zona de peligro, no permitía especulación alguna. Y procuraron los azulgrana empujar a los locales hacia la meta de Alves, que tuvo que emplearse a fondo para repeler los lanzamientos de Iván López y José Mari.

El Valencia brindó su peligro con velocidad. Y perseveró hacia la meta de Mariño. Entró el partido en una espesa fase, falta además de intensidad. Los locales tenían el trabajo hecho. Sorprendía sin embargo que el Levante no acelerase con más rotundidad. En los restos del duelo, dos instantes plásticos. Un chut duro de José Mari que repelió Alves y un control de pecho y volea al borde del área de Negredo para marcar el 3-0 final.