«El mensaje de Santa Teresa no es una reliquia»

Desde ayer y hasta el próximo domingo, coincidiendo con el aniversario de la declaración de la mística abulense como Doctora de la Iglesia -sucedió el 27 de septiembre de 1970-, Ávila acogerá el Congreso Mundial Teresiano, donde se abordará la figura de Santa desde muy diversas perspectivas y en el que se espera la participación de medio millar de personas .

- ¿Cuáles son el propósito y los ejes del Congreso?

-Queremos que realmente emerja con fuerza esa dimensión de Teresa como patrimonio de todos. Respecto a los ejes, va a constar de un bloque cultural, con cuatro exposiciones de pintura, escultura, poesía y arte contemporáneo. Vamos a tener el primer Festival de Música Teresiana, con conciertos prácticamente cada día de diversas temáticas, entre ellas, flamenco y la presencia de un grupo de la India.

Un tercer bloque de trabajos galardonados. Un cuarto recogerá la presencia mundial de la Santa y los productos carmelitanos que hacen hoy en día muchos monasterios. Y por último, el quinto bloque será el congreso en sí mismo.

-¿Quiere ser, de alguna manera, el colofón a los actos del V Centenario?

-Podríamos decir que sí, que con esto se pone un broche de oro, aunque luego va a haber más actividades de carácter festivo y religioso en torno al 15 de octubre, pero de perfil científico y cultural toda la semana va a tener un gran peso.-La cita contará con la presencia del obispo de Cambridge Rowan Williams o el de Managua.

- ¿Somos conscientes de lo que significa la mística a nivel internacional?

-Yo creo que no, y por eso esta cita tratará de ayudar a abrir los ojos. A lo largo de estos últimos siglos han surgido más de 70 institutos o congregaciones en América, Asia y África inspiradas en el carisma de la Santa que tienen colegios, residencias, hospitales… Una legión de personas que viven y trabajan en ese espíritu teresiano.

-De la Santa conocemos su cara humanista, feminista, su empeño fundador… ¿pero hay algún perfil más desconocido en el que se quiera ahondar?

-Sí, por ejemplo, el perfil de una mujer muy abierta al diálogo con la ciencia, y al diálogo también con las diversas condiciones religiosas. De hecho, va a tener una fuerza importante en el congreso el diálogo interreligioso ecuménico con presencia del Primado de la Iglesia Anglicana, Rowan Williams; vamos a tener a representantes del Islam, del Hinduismo, del Budismo, así como de otras iglesias cristinas como la ortodoxa. Es una vertiente de Teresa que no es muy conocida y pone en evidencia cuanto es apreciada la Santa en todos estos ámbitos. Pero además, hemos introducido en el congreso el dialogo social. Frente a los problemas que tenemos hoy en día de paro, de exclusión social, de violencia… queremos analizar con distintos sindicalistas qué tiene hoy una Teresa de Jesús que aportar.

-¿Alguna vez que se había abordado su figura desde tantas perspectivas?

-Que yo conozca, no. Ha habido congresos que han estudiado su pensamiento teológico, la cuestión literaria, pero un congreso que llegue a agrupar tantas perspectivas… muchas de ellas realmente novedosas, ciertamente no se ha dado.

-También se abordará el aspecto literario. ¿Está realmente Teresa de Jesús en el lugar que le corresponde?

-Yo creo que sí, pero no lo sabemos. En nuestros estudios si se introduce a Teresa de Jesús o a San Juan de la Cruz como escritores místicos, pero no se les llega a presentar con el peso y la relevancia que tienen a nivel internacional. Muchas de las comunicaciones que vamos a tener en el ámbito literario serán expuestas por profesores que vienen de Suecia, Dinamarca, diversas universidades de Estados Unidos, ámbitos donde el español no es la lengua oficial ni siquiera la primera lengua de estudios y sin embargo la mística tiene un peso y un reconocimiento.

-¿Qué conclusiones le gustaría que sacasen los asistentes?

-Yo lo resumiría sólo en una, que Teresa sigue estando viva, que su mensaje no es una reliquia de hace cinco siglos, o simplemente una realidad estética o cultural, sino que realmente es una transmisión de una vivencia y de una realidad que nos sigue ocupando al hombre del siglo XXI igual que lo hacía en el siglo XVI.