El desliz de Puente

Satisfecho y autocomplaciente; relajado y transparente se ha mostrado en las entrevistas con motivo de los cien primeros días de alcalde de Valladolid. El viento le ha soplado a favor y se ha convertido en el Alcalde (con mayúscula de mayoría) por méritos propios e impericia de los grupos que le apoyan (con un Saravia más ocupado de su ego que del partido) y con una oposición desaparecida por las luchas intestinas de los populares, que habrá que contar, y por el positivo Presencio, al que Fuentes, responsable de Ciudadanos en Castilla y León, le teme por su endeble liderazgo y porque Rivera se encuentra desaparecido en el guirigay catalán. Puente en este tramo se ha mostrado conocedor del ayuntamiento y de la ciudad, ha sabido estar, adoptar algunas medidas y salir bien en las fotos, como su homólogo de León.

Balance positivo de los ciudadanos y satisfacción sin asomo de autocrítica en las entrevistas. Se ve, como a los toreros, que se va gustando conforme la faena avanza y llega el revolcón. Sin que el periodista le comprometa con una pregunta, Puente dixit: «Es lógico que si un Ayuntamiento quiere hacer una política colabore con aquellas entidades que colaboren con él. Si una entidad ‘me está’ patrocinando la Seminci o nos cede cuarenta viviendas, ¿le voy a tratar igual que a una que no colabora ni patrocina?» O sea, empresario, si quiere trabajar con el ayuntamiento, mejor que prepare la chequera para un patrocinio y luego le presente el proyecto, porque de las palabras de Puente se deduce que primero colaborar y luego la calidad. Desliz o traición del subconsciente, en cualquier caso la mujer del César, honrada y parecerlo. Y más cuando ha criticado esas corruptelas cuando era oposición.