El soterramiento de las vías en Valladolid, «endiablado» y en busca de financiación

Tal y como está el mercado y dado los niveles de endeudamiento alcanzados, la venta de suelo no conseguiría sufragar los gastos del soterramiento de las vías del tren en Valladolid, según advierten desde Ayuntamiento pucelano. De hecho, los cálculos del nuevo equipo municipal echan por tierra las previsiones del anterior equipo de Gobierno, que confiaba en estas operaciones para comenzar las obras. Ahora, se alerta de que con ellas sólo se conseguiría cubrir la deuda -de en torno a 400 millones- que actualmente tiene la Sociedad Valladolid Alta Velocidad. De esta forma, hará falta un compromiso monetario que financie el proyecto o la deuda para que los raíles desaparezcan de la superficie, un fin que cuesta en torno a 375 millones de euros más .

Para tratar de garantizar la operación «endiablada» de soterramiento, para la que el teniente de alcalde el concejal de Urbanismo, Manuel Saravia, cree que hay «opciones», en breve iniciarán una ronda de contactos con las distintas instituciones para valorar la financiación. Además, se plantearán «alternativas» que puedan abaratar los costes y se prevé sacar cuanto antes posible a la venta una parcela para testar el mercado y comprobar si es el mejor momento para proceder a liberar suelo.

Si las negociaciones no dieran sus frutos y no se siguiera adelante con el soterramiento, «parado desde hace años», el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, advirtió ayer de que el Ayuntamiento no asumirá la deuda actual. Según argumentó, el Consistorio entró en la Sociedad Valladolid Alta Velocidad, participada también por Adif y la Junta de Castilla y León, porque había intereses comunes entre los socios. Por parte del Gobierno local, eliminar las vías, y de Adif, mover sus talleres. Si, finalmente, sólo se concluye lo segundo, una operación que estará acabada en unos meses, y no se abordan las actuaciones urbanas «habrá que ver» y estudiar esa deuda, expuso el regidor, quien reclamó la implicación de todas las administraciones para «salvar» el proyecto.