La Zarzuela tiñe de azul a la duquesa de Gérolsteina

Corría el año 1867, una época convulsa en Francia y el gran genio cómico Jacques Offenbach vio en este contexto la ocasión ideal para musicar su particular crítica a la sociedad parisina. Así nació «La gran duquesa de Gérolstein», la opereta número setenta y uno del por entonces considerado el príncipe de la ópera bufa. El montaje relata la divertida historia de una extravagante y tiránica aristócrata, cuya vida llevó en su estreno al escenario Hortense Schneider, famosísima estrella de la opereta francesa. Fue tal el éxito de su interpretación -príncipes y reyes de toda Europa acudían noche tras noche para admirarla- que la joven y caprichosa actriz llegó a creerse su papel -cuentan, como anécdota, que visitó la Exposición Universal en carroza, privilegio reservado exclusivamente a la nobleza y jefes de Estado-.

Ahora, el Teatro de la Zarzuela ha querido recuperar esta pieza antimilitarista francesa que pudo verse por primera vez en el Teatro de las Variedades de París. Lo hace llevando la opereta a su territorio, es decir, traduciendo la ópera bufa al castellano para facilitar el entendimiento de sus numerosos gags humorísticos. En esta ocasión es la soprano alicantina Susana Cordón quien se mete en el papel de «La gran duquesa»; le acompañan, entre otros, Javier Tomé, Manuel de Diego y Gustavo Peña. Bajo la dirección musical de Cristóbal Soler, la escenografía, vestuario e iluminación ha corrido a cargo de Pier Luigi Pizzi, que tiñe de azul el sencillo montaje. Tras varias semanas en el coliseo madrileño desembarca este sábado y domingo en el Teatro Calderón de Valladolid a las 20.30 y 19.30 horas, respectivamente.