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Las consultas y los hospitales, «gripados»

Más de 8.200 pacientes han pasado por las urgencias de los hospitales de la región en los últimos fines de semana, mientras los médicos de familia atienden ya en sus consultas por encima de los 40 enfermos

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No se recuerda un invierno tan virulento, con tantas personas afectadas, no tanto por la gripe como por lo que los profesionales sanitarios denominan virus respiratorios sincitiales invernales. El resultado está siendo la saturación de los centros de atención primaria y, como consecuencia de ello, de las urgencias hospitalarias, lo que ha llevado a la Consejería de Sanidad a incrementar en 271 el número de camas hospitalarias y en en más de 150 los profesionales contratados, según fuentes de la Consejería de Sanidad.

Sin embargo, de momento, la situación sigue siendo complicada y, lo que es peor, se espera que empeore aún más, ya que aún no se ha llegado a la incidencia más alta de la gripe que se puede producir en las dos próximas semanas.

De hecho, según el último boletín epidemiológico de Castilla y León, entre el 12 y el 18 de enero se alcanzó por primera vez en este invierno los 291,98 casos por cada 100.000 habitantes, lo que supone una intensidad «media», similar a la registrada hace un año, cuando el pico más alto fue de unos 270 casos a finales de mes. Por grupos de edad, la mayoría de los casos afectaron a niños y adolescentes hasta los 15 años, aunque tampoco fue despreciable la actividad del virus de la gripe en los mayores de 65 años. La semana pasada, los médicos de la Red Centinela Sanitaria comunicaron 121 casos de gripe.

Se ha constatado, al mismo tiempo, un aumento en la difusión del virus de la gripe y de las afecciones respiratorias, situaciones que se han visto favorecidas, además de por el frío, por la ausencia de lluvias. El resultado ha sido un incremento de las urgencias hospitalarias atendidas en las últimas semanas. De hecho, según datos de la Consejería, en los catorce centros hospitalarios de Castilla y León se atendieron durante fin de semana del 17 y 18 de enero 8.261 urgencias, que concluyeron con 1.422 ingresos hospitalarios. Por centros hospitalarios, la mayor presión se produjo en el de Salamanca, con 1.371 consultas de urgencia y 179 ingresos, seguido por el de León, con 1.033 (244 ingresos); Burgos, con 1013 (134); el Río Hortega de Valladolid, con 1.017 (138 ingresos), y el Clínico, también de Valladolid, con 843 y 123 ingresos.

Con estas cifras, médicos y pacientes se quejan de una situación que obliga a los primeros a multiplicar el número de enfermos que se ven obligados a atender en sus consultas y, los segundos, a esperas en los centros hospitalarios o la tardanza en recibir cita para el médico de familia. Precisamente, el presidente de la Sociedad Castellana y Leonesa de Medicina de Familia y Comunitaria (Socalemfyc), Fernando García Martín, que trabaja en las urgencias del Río Hortega de Valladolid, reconoce que este año la gripe y las diferentes afecciones están siendo más agresivas, con un mayor contagio en los niños, aunque con mayor virulencia en los adultos.

Como consecuencia de ello se está produciendo un «colapso en los centros de salud, cuando era previsible que en estas fechas se pueden producir picos», de forma que «si hay una buena organización y se refuerza con recursos se puede salir adelante». Sin embargo, la presión que supone un mayor número de enfermos está generando que en los centros de salud urbanos cada médico tenga que ver en algunos casos más de 40 pacientes al día, a lo que hay que añadir que los que no han conseguido cita acaban por ir de urgencia.

Una situación que, según García Martín, se agrava por el hecho de que no se hacen sustituciones y las ausencia las cubren los propios compañeros. Insiste, además, en que una atención primaria se sature trae como consecuencia que los pacientes acuden a las urgencias hospitalarias, lo que incrementa la presión de los hospitales. De esta forma, recuerda cómo un día de este mes de enero por las urgencias del Río Hortega de Valladolid llegaron a pasar 417 pacientes para un equipo de cuatro adjuntos y cinco residentes. «Lo que está claro -apunta- es que si la atención primaria funciona mal arrastra a los hospitales».

Por eso, otro médico de familia, Daniel Arauzo Palacios, que desarrolla su labor en el Centro de Salud Delicias 2, en Valladolid, destaca que en estas fechas no sólo hay gripe sino otro tipo de cuadros, como la artrosis o, incluso, los depresivos, asociados, precisamente, a la situación socioeconómica de la población.

Por su parte, la médico Elvira Callejo Giménez, que trabaja en el Centro de Salud Circunvalación, también reclama una mayor dotación para la Atención Primaria y, sobre todo, una mayor autonomía para que sean los médicos de familia los que puedan solicitar pruebas diagnósticas que eviten recurrir a los especialistas y, con ello, engordar las listas de espera.

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